Durante los últimos años ha habido un aumento de estos pequeños mamíferos debido en parte al carácter apacible e inteligente de estos animales, así como a la baja demanda de atención que requieren por parte de los propietarios, que a pesar de ello se ven recompensados por muestras de cariño, sobre todo si son niños.
Hay tres clases de hámster: los comunes, los chinos y los rusos.
Con respecto al alojamiento, se necesita una jaula que cuanto mayor sea el tamaño de la misma mejor, ya que si permanecen en ella todo del día les permitirá moverse más y hacer ejercicio.
Se venden muchos modelos, muy variables, con túneles, ruedas y diversos accesorios para que se mantengan en forma y evitar que se aburran.
La jaula debe mantenerse limpia y una vez por semana hay que desarmarla totalmente para lavarla y evitar que el material que utilizamos como cama (serrín, viruta de madera, heno o paja) permanezca húmedo, ya que es una fuente de infección para sus patas.
Tienen que tener siempre puesto un bebedero con agua fresca y limpia y un comedero con pienso. Tambien puedes darle frutas como manzana, pera o melocotón; verduras como zanahorias, pimientos rojo y verde, espinacas y una fuente de proteínas como huevo cocido, carne picada o bien unos granitos de pienso de gato, una vez por semana.
Son animales muy activos sobre todo por la noche, a pesar de eso, se puede llegar a modificar sus hábitos para hacerlos mas compatibles con los nuestros.
Si lo tienes como mascota de tus hijos, ellos deberían sacarlos diariamente de su jaula y tocarlos, jugar y acostumbrarlos al manejo de las personas, ya que así se harán más dóciles.
Por ultimo no olvidemos que al ser roedores necesitan tener elementos duros que morder para evitar así el crecimiento continuo de sus dientes. El pienso ya cumple esta funciona pero podemos darle tambien queso y pan duro que ademas son muy buenos para su alimentación.
Viven 3 años aproximadamente, pero es tiempo suficiente para disfrutarlos y compartir con ellos su pequeño mundo.
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