PARA TODOS LOS QUE AMAMOS A LOS PERROS
Los perros no mienten sobre lo que sienten, nadie ha visto a un perro fingir alegría cuando esta triste, ni al revés. Cuando un perro esta triste o alegre, ese sentimiento es el que ocupa todo su ser: es pura alegría o pura tristeza.
En 1842, en un libro titulado “Animal Biography”, se extrae una noticia de un periódico francés:
“Un hombre joven metió a su perro en una barca, remó hasta el centro del Sena y arrojo a su animal por la borda con la intención de ahogarlo. El pobre perro intentaba, una y otra vez, subir por un lado de la barca, pero su amo le volvía a tirar fuera hasta que el hombre perdió el equilibrio y se cayó por la borda. En cuanto el perro vió que su amo se lo llevaba la corriente, se alejó de la barca y lo mantuvo a flote hasta que alguien acudió en su ayuda desde la orilla y salvo sus vidas”.
Gracias a Dios, el periodista nos ahorró el conocer si ese amo ingrato encontró otra forma más cruel de deshacerse de su fiel amigo, aunque nos quedaremos con la posibilidad de que semejante acto llegase a conmoverle el corazón.
La capacidad del perro para la amistad, la fidelidad y el amor supera ampliamente la nuestra, por eso, lo justificamos, quizás, hablando de instinto, como no queriendo reconocer estas cualidades... un perro puede despreciar nuestra forma de actuar, pero amarnos a pesar de ello.
Se acercan despacio, empujan su cabeza contra nosotros, miran hacia arriba con sus grandes y sinceros ojos diciéndonos: “Siempre me tendrás a mí, ya lo sabes, podremos atravesar el mundo juntos y vencer cualquier dificultad”.
Los sentimientos de un perro son totalmente honestos, no tienen una pizca de falsedad.
Las personas te utilizan fingiendo no hacerlo (siempre hay excepciones), cuando un perro lo hace es porque no le queda más remedio, pero sin enmascarar sus emociones.
PIENSA EN ADOPTAR Y EN DAR UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD A UN ANIMAL
PORQUE
ELLOS LO MERECEN.
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