La convivencia de los hurones con otras especies es posible siempre que no haya peligro para la integridad física del hurón o de la otra mascota.
Es importante tener en cuenta que el hurón es un animal carnívoro y aunque la mayoría tienen su instinto de caza muy dormido es mejor evitar la relación entre posible depredador-presa. Esto no tiene nada que ver con el hecho de que el hurón tome dieta natural o no, es algo inherente a su naturaleza.
Lo ideal es que ambos animales se críen juntos desde que se desteten aproximadamente, pero esto no siempre es posible y es más común que haya uno ya en casa cuando llegue el otro o que llegue ya siendo adulto. Lo importante es valorar que ambos animales sean sociables, sobretodo el que sea adulto, ya que normalmente los cachorros siempre están más abiertos a nuevas experiencias y amistades.
Una vez estamos seguros de que no habrá peligro para ambos animales deberemos seguir las pautas de cualquier presentación, primero dejando que haya un contacto indirecto y gradualmente aumentando dicho contacto. Lo ideal es empezar dejando que se huelan a través de una puerta por ejemplo, el olfato es uno de los sentidos más importantes para la mayoría de animales. Después del primer contacto olfativo dejaremos que tengan contacto visual, según vayamos viendo reacciones iremos aumentando el grado de “confianza” según observemos las reacciones. Cuando vayamos viendo comportamientos positivos es bueno estimularlos y asociarlos a algo positivo como puede ser el juego o la comida.
Poco a poco iremos consiguiendo lograr una adaptación exitosa de forma muy gradual, es lo mejor
para ir afianzando los pasos que vayamos dando y conseguir una buena relación entre ambas especies. A veces empezar la presentación física en lugares neutrales puede servir de gran ayuda, ya que hay muchos otros estímulos nuevos en los que focalizarse y son presentaciones menos “agobiantes”, además de ser una buena idea ante la presentación ayudaría en caso de especies que se rijan por dominancia o jerarquías.
Cuando estamos presentando especies de tamaño muy desproporcionado, dependiendo del nivel de energía de la mascota más grande, sería mejor siempre mantenerlos bajo supervisión. Por ejemplo, un hurón puede tener una relación fantástica con un pastor alemán pero si el pastor alemán es nervioso jugando podría hacerle daño al hurón de forma involuntaria.
Básicamente hay que tener sentido común y saber hasta donde pueden llegar nuestras mascotas, nadie mejor que nosotros para conocerlas y analizar sus comportamientos. Lo ideal es que todas las mascotas de casa puedan convivir con cordialidad, pero a veces esto no es posible y no hay que hacer de ello un problema, simplemente cada uno debo tener su espacio.
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