lunes, 16 de enero de 2017

El Gato común

El gato común es el más difundido y popular entre la población felina, se calcula que solo el 2% de los gatos caseros son de raza.

Los gatos de raza gozan de prestigio y admiración y están destinados a vivir como reyes en el interior de las casas, gozando del respeto de sus amos. Sin embargo el gato común es el más difundido y popular. Se calcula que solo el 2% de los gatos caseros son de raza.

Su supremacía se debe a su formidable resistencia, ya que durante mucho tiempo los propietarios de este tipo de gatos no se ocupaban demasiado de ellos, dejándolos deambular libremente por la calle, alimentándose de cualquier cosa que encontraran, además de su comida en casa. Muchos de ellos eran un tanto salvajes, y no se dejaban tomar por sus dueños para ir al veterinario en caso de enfermedad; y si lograban llevarlos a la fuerza, a veces era imposible darles la medicación indicada.

El gato común no tiene valor económico. Es un gato que no se compra, es dado o adoptado, cuando no es él mismo quien escoge espontáneamente a su nuevo amo. Para muchos propietarios representa poco gasto, ya que no requiere tratamientos de belleza y sus visitas al consultorio del veterinario son esporádicas. Incluso a veces se los vacuna cuando son bebés y luego no se los controla ya más.

Sin embargo el gato común ha podido mejorar su situación con el avance de la medicina y la evolución de los conocimientos de los propietarios. Ahora se lo cuida tanto como a cualquier gato de raza. Sus dueños los aman, los miman, aprecian su gusto por la independencia, su ingenio legendario, su aspecto rústico y vigoroso. Son “modelos exclusivos”, ya que ningún gato común es igual a otro.

También suele olvidarse que el gato común es el antecesor de varias razas felinas, como el Británico de pelo corto, el Americano de pelo corto, el Rex, el Europeo, el Scottish Fold y el La perm. También ha contribuido a mejorar y lograr nuevos colores en gatos de gran estirpe, como el tabby del Siamés o el Birmano, el carey de los Persas y también el pelaje bicolor.

Todos los gatos comunes tienen los rasgos de personalidad salvaje e independiente de los felinos, su habilidad para la caza, su flexibilidad y mantienen intacta esa capacidad para guardar las distancias sin ofender por ello a su protector, aunque también encontramos esos gatos que “parecen perros” por su deseo de estar cerca de sus dueños (¿o será más apropiado decir sus compañeros?).


Tuvo mucha razón quien dijo la frase que: 

“Dios creó al gato para que el hombre pudiera acariciar al león”.

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