Las aves son mascotas que saben esconder bien los síntomas de cualquier enfermedad hasta que ya está muy avanzada. En este post te ofrecemos una serie de claves para aprender a identificar características y comportamientos que te ayuden a reconocer cuándo tu mascota está sufriendo algún problema.
Recuerda que si notas alguno de estos síntomas, debes acudir inmediatamente al veterinario:
1. Deposiciones anormales. La consistencia y color de las deposiciones de las aves puede cambiar debido a variaciones en la dieta. Sin embargo, debe considerarse como anormal cualquier deposición que sea amarilla, rojiza o negra. Estos colores pueden ser indicativos de un sangrado interno, entre otras cosas. También es recomendable controlar la consistencia, si es demasiado blanda o demasiado dura puede conllevar problemas para la salud de tu mascota.
2. Plumas erizadas. Si un pájaro se queda quieto con las plumas erizadas durante más tiempo de lo habitual, puede ser síntoma de alguna enfermedad respiratoria. Además, este comportamiento disimula cualquier pérdida de peso, que es muy grave para las aves domésticas. Si tu mascota se comporta de esta manera durante más de un día, consulta con tu veterinario lo antes posible.
3. Secreciones nasales, enrojecimiento o inflamación nasal. Si notas alguno de estos signos, es muy probable que tu ave esté seriamente enferma. Llévala al veterinario inmediatamente y asegúrate de cubrir bien la jaula para mantenerla a salvo de corrientes de aire.
4. Ruidos anormales en la respiración o la voz. Burbujeos, ronquidos, silbidos, estornudos, pérdida de la voz o cambios de tono, así como un aumento en la frecuencia respiratoria o jadeo, pueden ser síntomas de infecciones respiratorias.
5. Ojos con descarga u opacos. Éste es también un síntoma claro de enfermedad respiratoria, nerviosa o muscular y requiere atención inmediata por parte de un veterinario especialista.
6. Pérdida de apetito. Las aves tienen un metabolismo acelerado y, por lo tanto, es vital que se alimenten muy bien a diario. Si tu ave deja de comer y comienza a perder peso, puede tener una impactación intestinal, que es una enfermedad muy grave. Limpia el suelo de la jaula cada vez que alimentes a tu mascota, así podrás controlar si consume el alimento o lo tira y si sus deposiciones son normales. La pérdida de apetito es un síntoma común para diferentes enfermedades de las aves.
7. Respiración con la boca abierta. Si tu pájaro respira con el pico abierto estando en reposo es una señal clara de dificultad respiratoria, un estado avanzado de este tipo de afecciones que requiere la atención inmediata de un veterinario.
8. Plumaje sucio y deslucido. Las aves son animales naturalmente limpios que se acicalan permanentemente. Si las plumas aparecen apelmazadas o sucias, es un posible síntoma de enfermedad. Mantén a tu ave en observación durante un par de días e informa al tu veterinario de confianza de cualquier cambio que notes.
9. Movimientos de la cola. Debido a la anatomía de las aves, con pulmones y sacos aéreos distribuidos por todo el cuerpo, los músculos de la cola pueden ayudar a expandir la cavidad corporal en un esfuerzo por inspirar más aire. El resultado es un movimiento ascendente y descendente de la cola que acompaña la respiración. Éste es un signo de dificultad respiratoria avanzada y requiere atención médica inmediata.
10. Cambios en su conducta. Si notas a tu ave doméstica decaída, silenciosa o con un tono de voz diferente, tu mascota puede estar sufriendo algún tipo de enfermedad. Presta atención a su manera habitual de vocalizar, así podrás detectar cualquier cambio y actuar a tiempo.
Al igual que ocurre con las personas, cuando lo que está en juego es la salud de nuestras aves de compañía, siempre es mejor prevenir que curar. Desde "Los Animales y sus Humanos" te recomendamos que pongas todo el cariño y la dedicación que exige el cuidado de las aves, y que dediques especial atención a su alimentación y su higiene. Observar su comportamiento habitual, es la mejor manera para detectar a tiempo todos aquellos comportamientos extraños que puedan suponer un riesgo para su salud.
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