Una jueza en Argentina ha ordenado, en una histórica sentencia, liberar y trasladar a la chimpancé Cecilia de un zoológico a un santuario.
Cecilia, la chimpancé cautiva en un zoológico, a la que una jueza argentina obliga a liberar. Foto: Proyecto Gran Simio |
"La situación actual de Cecilia nos conmueve. Si atendemos a su bienestar, no será Cecilia quien estará en deuda con nosotros, sino nosotros quienes deberemos agradecerle la oportunidad de crecer como colectividad y de sentirnos un poco más humanos". Son palabras de María Alejandra Mauricio, titular del Tercer Juzgado de Garantías del Poder Judicial en Mendoza (Argentina), y pueden leerse en la sentencia que acaba de dictar a favor de Cecilia, una chimpancé que se encuentra en el zoológico de esa ciudad, y a la que la jueza, conmovida, ordena liberar y trasladar al santuario que el Proyecto Gran Simio (PGS) tiene en Sorocaba (Brasil). María Alejandra señala que Cecilia tendrá que estar allí antes de que llegue el frío invierno mendocino.
Cecilia no solo vive cautiva en el zoo de Mendoza desde hace 30 años, en unas condiciones que el PGS califica de "deprimentes" (solo pisa cemento en los escasos metros de los que dispone), sino que se ha quedado completamente sola desde la muerte de Charly y Xuxa, sus dos compañeros de prisión. Y la jueza Mauricio no solo acepta el Habeas Corpus presentado por la Asociación de Funcionarios y Abogados por los Derechos de los Animales (AFADA) y declara a Cecilia "sujeto de derecho no humano", sino que deja negro sobre blanco unos argumentos cuyo alcance es histórico y que se ha molestado en ilustrar con brillantes citas humanas.
Cecilia no solo vive cautiva en el zoo de Mendoza desde hace 30 años, en unas condiciones que el PGS califica de "deprimentes" (solo pisa cemento en los escasos metros de los que dispone), sino que se ha quedado completamente sola desde la muerte de Charly y Xuxa, sus dos compañeros de prisión. Y la jueza Mauricio no solo acepta el Habeas Corpus presentado por la Asociación de Funcionarios y Abogados por los Derechos de los Animales (AFADA) y declara a Cecilia "sujeto de derecho no humano", sino que deja negro sobre blanco unos argumentos cuyo alcance es histórico y que se ha molestado en ilustrar con brillantes citas humanas.
"Recordar las siguientes reflexiones", incluye como uno de los puntos de su sentencia: "'Podemos juzgar el corazón de una persona por la forma en que trata a los animales' (Immanuel Kant); 'Hasta que no hayas amado a un animal una parte de tu alma permanecerá dormida' (Anatole France); 'Cuando un hombre se apiade de todas las criaturas vivientes, sólo entonces será noble' (Buda); 'La grandeza de una nación y su progreso moral puede ser juzgada por la forma en que sus animales son tratados' (Gandhi)".
La situación de Cecilia había sido denunciada hace dos años por Pedro Pozas, presidente internacional del PGS, denuncia que recogieron los medios argentinos, así como los abogados y funcionarios animalistas. Pozas Terrados celebra ahora el final de un proceso de justicia que necesitaba de una jueza capaz de conmoverse.
Su sentencia se une a la dictada en Buenos Aires en 2014, en la que otra jueza sentenciaba que la orangután Sandra debe considerarse como una persona no humana y ordenaba que estuviera en buenas condiciones y en un lugar más amplio, aunque no dictó su traslado al santuario del Proyecto Gran Simio en Brasil.
"Esta sentencia histórica", declara Pozas, "en la que una jueza ha aceptado por primera vez en la historia judicial mundial un Habeas Corpus sentenciando su traslado inmediato a nuestro santuario en Brasil y con unos argumentos sin precedentes, avalan nuestra lucha en considerar a los grandes simios personas no humanas y que deben tener una ley específica que los proteja del comercio y el negocio de los zoológicos con unos derechos básicos. Ya no es locura de unos cuantos activistas que quieren conceder derechos a una especie no humana, sino que la propia justicia razonada nos da la razón. Los grandes simios deben ser declarados Patrimonio de la Humanidad para conservar sus poblaciones libres y que todos los que se encuentran cautivos sean llevados a santuarios específicos, fuera del negocio de los zoológicos, que los siguen tratando como simpes objetos o cosas".
Todo ello queda expresado de manera explícita en la histórica sentencia de la jueza Mauricio. El Proyecto Gran Simio lleva años alertando, además, de que las poblaciones de los grandes simios en libertad están desapareciendo, y que los individuos que se encuentran encarcelados en los zoológicos no tienen derechos básicos y son explotados como meros objetos, por lo que esta ONG internacional, que lucha por los derechos de los grandes simios en cualquier lugar donde se hallen, consideran enormemente positivo su dictamen, y que los casos de la orangutana Sandra y de la chimpancé Cecilia sitúan al poder judicial argentino a la cabeza de la defensa de los derechos de los animales.
Pozas quiere, no obstante, hacer un llamamiento a las nuevas formaciones políticas para que en esta legislatura se presente una Proposición de Ley en defensa de los grandes simios, en cumplimiento de lo acordado por la Comisión de Medio Ambiente del Congreso en 2008, y que el Gobierno no cumplió, a pesar de su defensa y voto a favor en la citada Comisión.
Se trata de que los políticos españoles se conmuevan, como se ha conmovido la jueza argentina. Quizá sea mucho pedir.
La situación de Cecilia había sido denunciada hace dos años por Pedro Pozas, presidente internacional del PGS, denuncia que recogieron los medios argentinos, así como los abogados y funcionarios animalistas. Pozas Terrados celebra ahora el final de un proceso de justicia que necesitaba de una jueza capaz de conmoverse.
Su sentencia se une a la dictada en Buenos Aires en 2014, en la que otra jueza sentenciaba que la orangután Sandra debe considerarse como una persona no humana y ordenaba que estuviera en buenas condiciones y en un lugar más amplio, aunque no dictó su traslado al santuario del Proyecto Gran Simio en Brasil.
"Esta sentencia histórica", declara Pozas, "en la que una jueza ha aceptado por primera vez en la historia judicial mundial un Habeas Corpus sentenciando su traslado inmediato a nuestro santuario en Brasil y con unos argumentos sin precedentes, avalan nuestra lucha en considerar a los grandes simios personas no humanas y que deben tener una ley específica que los proteja del comercio y el negocio de los zoológicos con unos derechos básicos. Ya no es locura de unos cuantos activistas que quieren conceder derechos a una especie no humana, sino que la propia justicia razonada nos da la razón. Los grandes simios deben ser declarados Patrimonio de la Humanidad para conservar sus poblaciones libres y que todos los que se encuentran cautivos sean llevados a santuarios específicos, fuera del negocio de los zoológicos, que los siguen tratando como simpes objetos o cosas".
Todo ello queda expresado de manera explícita en la histórica sentencia de la jueza Mauricio. El Proyecto Gran Simio lleva años alertando, además, de que las poblaciones de los grandes simios en libertad están desapareciendo, y que los individuos que se encuentran encarcelados en los zoológicos no tienen derechos básicos y son explotados como meros objetos, por lo que esta ONG internacional, que lucha por los derechos de los grandes simios en cualquier lugar donde se hallen, consideran enormemente positivo su dictamen, y que los casos de la orangutana Sandra y de la chimpancé Cecilia sitúan al poder judicial argentino a la cabeza de la defensa de los derechos de los animales.
Pozas quiere, no obstante, hacer un llamamiento a las nuevas formaciones políticas para que en esta legislatura se presente una Proposición de Ley en defensa de los grandes simios, en cumplimiento de lo acordado por la Comisión de Medio Ambiente del Congreso en 2008, y que el Gobierno no cumplió, a pesar de su defensa y voto a favor en la citada Comisión.
Se trata de que los políticos españoles se conmuevan, como se ha conmovido la jueza argentina. Quizá sea mucho pedir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario