Las tortugas terrestres son mascotas muy populares, incluso se regalan a los niños cuando son pequeñitas, pero muchas veces no se toma en cuenta sus necesidades básicas. Ellas necesitan un área muy amplia para caminar y ejercitarse; es muy importante conocer la especie a la que pertenece tu tortuga, pues cada una tiene requerimientos especiales. Hay tortugas del desierto que necesitan un ambiente muy seco y mucho sol, mientras otras provienen de zonas tropicales donde la humedad ambiental es muy alta y la vegetación, abundante.
Si lees cualquier libro o web especializados, verás que siempre se recomienda que las tortugas de tierra permanezcan en un habitat grande fuera de la casa, sin embargo hay muchas de estas tortugas que viven en apartamentos. Por eso hemos decidido publicar este artículo, pero debe quedar claro que no es lo más apropiado para estas mascotas.
La mayoría de los reptiles necesitan luz solar con luz visible, radiación UVB y UVA para calentarse y elaborar vitamina D, fundamental para absorber el calcio de los alimentos. El sol debe llegar a su cuerpo directamente, sin atravesar ningún cristal, como en un balcón, una gran ventana abierta o una terraza. Si no cuentas con ningún rincón soleado, tendrás que instalar una lámpara especial para reptiles con radiación UVB. Las bombillas incandescentes comunes y las que dicen “basking lamp” no emiten radiación ultravioleta y solo sirven para aportar calor. Tampoco los tubos de luz negra son seguros ni apropiados para la elaboración de vitamina D. Las lámparas que sí emiten una radiación útil para los reptiles son las fluorescentes, ya sea los tubos largos o los compactos, son los que se conocen como de “espectro completo”. Busca una que tenga un nivel de emisión de UVB de 3 a 5% y úsalas entre 10 y 12 horas al día. Es muy importante seguir las instrucciones del fabricante para su instalación. Ten en cuenta que la mayoría de estas lámparas emiten una radiación eficiente solo hasta 30-40 cm de distancia y que se pierde muchísima radiación si colocas cualquier cosa entre la bombilla y la tortuga (cristal, malla metálica, plástico, etc.). También debes controlar las horas de uso; las bombillas fluorescentes tienen un determinado tiempo de vida útil y luego la emisión de UVB decae rápidamente, aunque no haya variación en la luz visible. Reemplaza los tubos según las recomendaciones del fabricante.
Las mejores lámparas que se consiguen en este momento para reptiles son las de vapor de mercurio. Cuestan más que las fluorescentes, pero tienen una mejor emisión de UVB, a mayor distancia y con una vida útil más larga, lo que con el tiempo resulta más económico. También son una fuente eficiente de calor, lo que significa un ahorro pues no necesitarás calefacción por separado. Consumen más energía que las fluorescentes (porque generan calor) y requieren portalámparas resistentes para muchos watts y calor.
Otro factor muy importante en el hábitat de una tortuga es la temperatura. Cada especie tiene su rango adecuado, de modo que es indispensable controlar con un termómetro para ver si necesitas una fuente de calor o no. En caso de que notes que el ambiente es frío, tendrás que instalar una. Durante el día puedes usar lámparas incandescentes o la misma lámpara de vapor de mercurio que se usa para proveer radiación UVB. Por la noche hay que apagar estas luces, así que puedes calentar el ambiente con una manta eléctrica, un cable calefactor o lámpara de cerámica, tomando los recaudos del caso para evitar quemaduras. Si el apartamento tiene mucha calefacción y el ambiente se torna muy seco, puedes añadir un vaporizador para mantener una humedad acorde a las necesidades de tu tortuga (¡probablemente esto sea bueno para ti también!).
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