En este post te ofrecemos 5 consejos para que aprendas a educar a tu agapornis desde el primer día y puedas disfrutar al máximo de estas maravillosas aves de compañía.
1. Mantén las distancias al principio
Prueba por un momento a ponerte en el lugar del pájaro: estás encerrado en una jaula y una mano gigante y desconocida intenta cogerte a pesar de tus intentos por huir. No es una situación agradable, ¿verdad? Si has comprado un agapornis que no está domesticado, debes tener paciencia y no intentar tocarlo hasta que se sienta a gusto en tu presencia.
2. Empieza a ganarte la confianza de tu agapornis
Para ello simplemente acércate a la jaula varias veces cada día y habla con voz suave. Empieza pronunciando el nombre que hayas elegido para tu agapornis, de manera que se vaya acostumbrando a esa palabra. También puedes leer en voz alta o cantar, cualquier cosa para que tu mascota se familiarice con tu voz y tu presencia. Cuando tengas que limpiar, cambiar el agua o reponer la comida, hazlo con suavidad y sin movimientos bruscos. No intentes acariciarle hasta que veas que se acerca a tu mano con confianza. Otro truco es dejar tu mano quieta dentro de la jaula, así comprenderá que no tienes intención de hacerle daño. Ganarse la confianza de un agapornis puede llevar más o menos tiempo, según la personalidad y la experiencia previa de cada ejemplar.
3. Utiliza la comida para amansar a tu agapornis
Una vez que tu nueva mascota no se asuste cuando te acerques a la jaula, puedes empezar a darle snacks para agapornis directamente de tu mano. Reduce la cantidad de comida para agapornis en el plato y dale el resto directamente de tu mano durante la sesión de entrenamiento. Es fundamental que mantengas la calma durante este ejercicio, si te impacientas o te pones nervioso tu mascota lo notará y rechazará la comida que le ofreces. No te frustres, vuelve a intentarlo en otro momento.
4. Consigue que el agapornis suba a tu dedo
Cuando el inseparable ya esté comiendo de tu mano y no intente alejarse de tus dedos, puedes acariciar su pecho. De momento, intenta no cercar tu mano a su cabeza, porque el agapornis podría interpretarlo como una amenaza. Para lograr que suba a tu dedo puedes presionar ligeramente en su abdomen, como dándole un suave empujón para animarle a que suba una pata y luego la otra. Seguramente se bajará en seguida, pero si ves que no está asustado, puedes volver a intentarlo hasta que el pájaro compruebe que no intentas hacerle ningún daño.
5. Saca a tu agapornis de la jaula subido a tu mano
Comprueba que la habitación esté cerrada, con las cortinas corridas para que no choque contra el cristal de las ventanas si sale volando. Si vuela, espera hasta que se pose en algún lugar para ir a buscarle tranquilamente ofreciéndole tu dedo otra vez para que suba. Puedes enseñarle alguna palabra que sirva como orden para que suba y baje. También puedes enseñarle a posarse sobre tu hombro si lo prefieres. Simplemente muéstrale el camino para que suba desde tu mano o ponlo directamente allí.
Los agapornis son aves sociables, de manera que con paciencia y cariño crearás una amistad duradera con tu mascota. Si tienes una pareja de inseparables y ambos son salvajes, es recomendable entrenarlos de manera individual. Hay quienes dicen que cuando viven solos es más fácil que establezcan una buena relación con sus amos. Si hay juguetes para pájaros en la jaula, observa cuáles les gustan más para poder utilizarlos durante el entrenamiento.
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