viernes, 22 de julio de 2016

Cuidado de los Oídos en Perros y Gatos

Por lo general no es necesario limpiar los oídos de los perros y gatos muy seguido. Si no tienen problemas de otitis crónicas o frecuentes, será suficiente con limpiarlos cada vez que los aseas.

Los perros son más propensos que los gatos a sufrir otitis, debido a que su canal auditivo es profundo y tiene un ángulo recto que le da una forma de L. Esto impide que el oído tenga una buena ventilación y hace que se acumulen secreciones en el fondo. Las orejas grandes y caídas, como en los Cockers o Basset hound, y los canales auditivos muy peludos, como en los Caniches, tienden a aumentar la humedad dentro del canal y favorecen aparición de hongos y bacterias que infectan el oído.

En este tipo de animales es necesario hacer una limpieza de oídos más frecuente para prevenir una otitis o detectarla a tiempo. Como dijimos, las secreciones se acumulan en el fondo de la L, por lo que no se aconseja usar bastoncillos del oído para limpiarlas; en vez de quitarlas solo conseguirás empujarlas más adentro. Es mucho mejor pedir a tu veterinario que te dé un buen líquido de limpieza formulado para perros y gatos. Estos líquidos contienen siempre un antiséptico y se les suele agregar algo para disolver las secreciones o un acidificante para crear un medio inhóspito para los hongos y bacterias.

Para limpiar la parte más profunda del canal auditivo echa unas gotas del limpia-oídos dentro (la cantidad depende del tamaño de tu perro) y masajea desde afuera durante 20-30 segundos para lograr que la secreción acumulada se afloje. Luego retira la suciedad con un algodón y deja que el perro se sacuda para eliminar el resto. Si es necesario, repite este procedimiento.

La parte más externa (la que puedes ver) sí se puede limpiar con bastoncillos de los oídos, así como también la cara interna de la oreja. Aquí puedes aplicar alguna crema o ungüento para oídos si notas que la piel está irritada o costrosa. Si tu perro tiene mucho pelo en la parte externa del canal, es conveniente depilarlo. Este es un procedimiento simple y puedes pedir a tu veterinario que te enseñe a hacerlo para repetirlo cada uno o dos meses.

Si durante la limpieza notas que las secreciones tienen un olor muy fuerte, como rancio, o son más abundantes de lo normal, esto puede ser un signo de otitis (infección de los oídos). También puede que tu perro llore o se muestre muy molesto por el dolor que esta inflamación provoca. Otro signo muy frecuente es que sacuda fuertemente la cabeza varias veces al día, que frote sus orejas contra la alfombra o alguna superficie rugosa o que se rasque detrás de las orejas con sus patas traseras. Ante cualquiera de estos signos, lleva a tu perro al veterinario para que te indique qué medicamento usar para curarlo. Generalmente se aplican gotas cada 12 horas durante 7 a 15 días, según el caso y la evolución. Las gotas para perros y gatos tienen una combinación de antibiótico, antimicótico y antiinflamatorio. La fórmula es diferente de las que se usan para humanos, de modo que no intentes tratar a tu mascota con estas porque no le servirán.

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