martes, 13 de diciembre de 2016

Salamandras y Tritones: alimentación y manejo

Si te gustan los reptiles y estás pensando adoptar salamandras o tritones como mascotas, este post te resultará de gran interés. A continuación te dejamos una serie de consejos para que aprendas a conocer, cuidar y alimentar a tus salamandras y tritones.



1. Características generales de las salamandras y los tritones


Estos pequeños animalitos, parecidos a lagartijas, son en realidad anfibios. Igual que los sapos y las ranas, pero pertenecientes a la familia de los caudados. Si adquieres una de estas mascotas debes identificar correctamente su hábitat natural, ya que los hay terrestres, acuáticos o que cambian de un medio al otro según la época del año. Tienen una piel muy suave y sin escamas, que es capaz de evitar la deshidratación de estos reptiles siempre y cuando se mantengan en ambientes muy húmedos. Para garantizar este nivel de humedad, es recomendable usar un pulverizador de agua para terrarios unas 3 o 4 veces al día.

2. El terrario para salamandras y tritones


Los ambientes húmedos son el medio más propicio para el desarrollo de bacterias y hongos, porque es muy importante que el terrario tenga buena ventilación. Si tu terrario es de material acrílico, puedes realizar unos pequeños agujeros por los que entre y salga el aire o colocar una malla fina en la parte superior. En los medios acuáticos tendrás que colocar un aireador de agua. Así lograrás oxigenar el agua y mantener un alto grado de humedad, gracias la incorporación de partículas de agua en el aire. También es muy importante disponer de un buen sistema de filtrado, ya que el agua se ensucia rápidamente.

3. La alimentación de salamandras y tritones


Las salamandras y tritones se alimentan generalmente de insectos vivos. Puedes encontrarlos en zonas húmedas, debajo de troncos y rocas. Entre otras cosas, a las salamandras terrestres les encantan los bichos bola, los escarabajos, las lombrices, los ciempiés pequeños, los pulgones, las palomillas y otros insectos voladores nocturnos. Por otro lado, para las salamandras acuáticas deberás conseguir moscas de agua y pequeños crustáceos, que podrás encontrar en charcas con alto contenido de algas. Ten cuidado a la hora de seleccionar los insectos que vas a introducir en el terrario, pues existe una variedad de insecto carnívoro que puede comerse las larvas de tus anfibios.

Recuerda que no debes darles más alimento mientras quede comida en el terrario de la vez anterior. Si les das una buena variedad de insectos les aseguras una dieta bien equilibrada. Dos o tres veces por semana, puedes espolvorear los insectos con vitaminas para reptiles, pero debes tener en cuenta que es posible que tus mascotas no consuman insectos muertos. Otra alternativa es que tú mismo cries los insectos con los que alimentar a tus salamandras y tritones. Las moscas de la fruta o los grillos pequeños son un claro ejemplo de este tipo de insectos, a los que puedes alimentar con verdura o cereales para que resulten más nutritivos. A las salamandras les llama la atención el movimiento, por lo que es importante que introduzcas los insectos vivos en el terrario cuando vayas a alimentarlos.

4. La manipulación de salamandras y tritones


Te recomendamos que no cojas con las manos a tus salamandras o tritones a no ser que sea estrictamente necesario. Los aceites de nuestra piel son nocivos para algunos de ellos, además algunas especies tienen sustancias tóxicas sobre su piel que causan gran irritación en nuestras mucosas. Si es necesario coger uno, lava tus manos con jabón, acláralas con abundante agua para que no queden restos y coge la salamandra con las manos húmedas. Ten cuidado porque la cola se desprende fácilmente y, aunque vuelve a crecer, la nueva es más fibrosa, corta y menos colorida.

Por último, ten en cuenta que la piel de las salamandras y los tritones es muy permeable y sensible, por lo que no debes usar desinfectantes que puedan resultar tóxicos. Recuerda que es imprescindible enjuagar bien el terrario después de lavarlo antes de reintroducir a tu mascota. Si tienes que lavar heridas no utilices yodo ni iodopovidona, en su lugar puedes aplicar cloruro de benzalconio, un desinfectante muy suave que se utiliza con los niños.

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