domingo, 11 de diciembre de 2016

Enfermedades del Corazón: Soplo Cardíaco

Los soplas al corazón, son episodios bastante comunes en perros y gatos de edad avanzada. Es necesario controlarlos, pero debes asustarte si el veterinario le diagnostica un soplo cardíaco a tu mascota, ya que se trata de una enfermedad tratable. Con este post queremos ayudarte a que conozcas mejor las causas y los síntomas de esta enfermedad.

El corazón de perros y gatos es muy similar al de las personas. Tiene cuatro cámaras, dos aurículas y dos ventrículos, que están comunicadas por medio de válvulas (mitral en el lado izquierdo y tricúspide en el lado derecho). A su vez, cada arteria que sale (aorta y pulmonar) y cada vena que entra al corazón (cava y pulmonar) tienen su propia válvula que regula el flujo de sangre y evita que retroceda en el circuito cardiovascular. Cuando se ausculta un corazón sano, se escuchan los latidos solamente. El flujo laminar y ordenado cuando todo funciona correctamente no se oye.

Cuando el flujo de la sangre se vuelve turbulento se genera una vibración audible y esto es lo que llamamos soplo. Esto ocurre cuando hay alguna obstrucción al flujo normal, cuando aumenta mucho la velocidad (como en la fiebre o la taquicardia), cuando cambia la densidad de la sangre (como en la anemia).

Hay distintos tipos de soplos. Una clasificación posible sería la siguiente: 

 

  • Soplos inocentes: son los que se producen en pacientes sanos, sin consecuencias para el animal. Pueden ser permanentes o temporales y generalmente son suaves. Algunos ejemplos son los que se escuchan a veces en cachorros o en perros de tórax profundo y delgado.
  • Soplos funcionales: estos soplos se producen por una alteración en el flujo de sangre, pero no están acompañados de una patología cardíaca. Pueden ser un poco más fuertes que los anteriores. Se producen en animales anémicos, en mascotas que padecen taquicardia, en pacientes con fiebre, en gatos con hipertiroidismo, etc.
  • Soplos patológicos: estos sí implican una patología cardíaca, que puede ser congénita o adquirida. Se producen cuando alguna de las válvulas no se abre o cierra completamente, cuando hay una obstrucción a la salida de sangre del corazón en las grandes arterias, en los casos de defectos en los tabiques interauricular o interventricular, etc.

En los perros y gatos de edad avanzada la patología cardíaca más frecuente es la insuficiencia de la válvula mitral (aurículo-ventricular izquierda). Esta válvula se desgasta con los años y no cierra bien, entonces parte de la sangre regresa a la aurícula izquierda en lugar de salir hacia la aorta cuando el ventrículo se contrae. Esto aumenta la presión en la aurícula y el circuito anterior, de manera que se acumula líquido en los pulmones. El resultado es tos y dificultad para respirar.

En general el soplo es auscultable mucho antes de que se desarrolle una enfermedad clínica por insuficiencia cardíaca. Además, la intensidad del sonido no tiene correlación con la gravedad del cuadro clínico. No desesperes si detectan esta patología en tu perro o gato, ya que puede vivir muchos años sin manifestar problemas cardiológicos. Lo que debes hacer es seguir las indicaciones del veterinario clínico o del cardiólogo, ya sean medicamentos, controles periódicos o un cambio en la alimentación. Seguramente te recomendarán un pienso reducido en sodio. Estas medidas se orientan a contener el avance de la patología y muchas veces contribuyen a prolongar y mejorar la calidad de vida de las mascotas.

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