sábado, 3 de diciembre de 2016

Las Mascotas en las Fiestas

Todos los que tenemos mascotas las queremos ver felices y nos agrada darles regalos en ocasiones especiales. Uno de los premios más habituales es darles parte de nuestra comida, nuestras golosinas, helados o galletas. La mayoría de estos alimentos no son perjudiciales si se les da en poca cantidad y en forma esporádica (al igual que para nosotros), pero hay unos pocos que pueden llegar a causar una intoxicación (aquí podéis ver el post donde os explico los alimentos que nunca se le pueden dar a nuestros peludos).

Durante la Pascua los niños enloquecen por los huevos de chocolate y muchos convidan a sus mascotas con ellos. Tengan mucho cuidado, pues el chocolate es muy dañino para los perros y los gatos, y no sabemos si también lo es para los demás animalitos que conviven con nosotros.

El cacao contiene una sustancia llamada teobromina, que es similar a la cafeína (que se encuentra en el café y en las bebidas “cola”) y la teofilina (presente en el té). Todas estas sustancias son estimulantes del sistema nervioso central, del sistema cardiovascular y el muscular. La teobromina es un vasodilatador coronario (las arterias que irrigan al corazón), un relajante del músculo liso, un diurético y un estimulante cardíaco. La teobromina se metaboliza en el hígado en todas las especies; pero mientras que en el hombre este proceso lleva unas 6 horas, en el perro demora alrededor de 18 hs. Esto significa que esta sustancia afecta el organismo durante 18 horas antes de que el hígado logre eliminarla.

La intoxicación con chocolate en un perro provoca taquicardia, jadeos, inquietud, incoordinación, temblores musculares, aumento de la orina, incontinencia urinaria, y puede llegar a causar un colapso. En un animal con problemas cardíacos puede llegar a ocasionar la muerte. Un perro pequeño puede intoxicarse con tan solo 200 g de chocolate. Los síntomas se presentan entre 4 y 5 horas después de haber consumido la teobromina y no se conoce ningún antídoto específico; solo se puede hacer un tratamiento sintomático, un lavaje gástrico y aguardar a que el hígado logre depurar toda la teobromina ingerida.

Otro alimento inocuo para las personas pero peligroso para los perros y los gatos cuando se da en exceso es la cebolla. La N-propyl disulfida que contiene se adhiere a los glóbulos rojos y actúa como cuerpo extraño, por lo que el sistema inmune los destruye y genera una anemia hemolítica. Se observa una coloración muy oscura de la orina (por la pérdida de hemoglobina) y los síntomas propios de la anemia: cansancio, inapetencia, depresión y respiración acelerada. Algunas personas dan a los perros y gatos cebolla cruda o en sopa durante varios días seguidos creyendo que así controlan los parásitos y limpian la sangre de sus mascotas, pero al cabo de dos o tres días aparecen los signos de intoxicación.

Otros ejemplos son las judías riñón rojas mal cocidas, que contienen lecitinas que pueden causar una intensa inflamación del epitelio de los intestinos, diarrea y dolor abdominal tanto en las personas como en los perros. Cantidades excesivas de carnes en conserva que contengan nitratos y nitritos pueden ocasionar metahemoglobina. Esta es una modificación en la conformación de la hemoglobina que no le permite ligarse al oxígeno, y por lo tanto no puede transportarlo a todas las células del cuerpo. Las espinacas y remolachas contienen grandes cantidades de oxalatos y antraquinonas que pueden ocasionar una gastroenteritis corrosiva si se abusa de ellas, así como las comidas con muchas especias pueden dar molestias abdominales.

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