Cuando el mosquito enfermo infectado pica a un perro o un gato deposita larvas con su saliva; estas se introducen luego en la piel donde se desarrollan y después migran hasta el corazón donde se convierten en gusanos adultos.
Las larvas viajan por la sangre, esperando ser ingeridas por otro mosquito que puede transmitir la enfermedad a otro animal. Por lo tanto NO SE CONTAGIA DIRECTAMENTE DE UN ANIMAL ENFERMO A OTRO, pero si estos representan un peligro potencial para otros animales. Tampoco afecta a las personas aunque convivamos con un animal infestado.
Las larvas que residen bajo la piel no dan síntomas pero cuando se desarrollan en gusanos adultos pueden obstruir el corazón y las arterias, lo que produce entre otros los siguientes síntomas: perdida de peso, dificultad para respirar, intolerancia al ejercicio, tos, falta o disminución del apetito y ruidos pulmonares anormales. En los gatos también puede haber taquicardia y vómitos intermitentes.
En España existen determinadas zonas donde hay una elevada incidencia de esta enfermedad; esto es debido al clima ya que al haber primaveras y otoños cada vez mas largos y calurosos la proliferación del mosquito transmisor es mayor.
Para proteger a tu mascota de la enfermedad del corazón es necesario la aplicación regular de productos antiparasitarios que eviten que el gusano se desarrolle y cause la enfermedad.
En la actualidad existen varios productos idóneos para este fin que deben aplicarse de manera regular cada mes durante toda la época de presencia del mosquito. El veterinario te asesorará para saber cual es el mas conveniente de acuerdo al peso y la edad de tu mascota; y si viajas con ella a una zona donde hay filaria, es recomendable que le consultes para la prevención del contagio y que lo trates con estos productos específicos desde un mes antes y continúes hasta un mes después de regreso a casa.
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