miércoles, 16 de marzo de 2016

Mi Pez no quiere comer

En ocasiones, cuando recién adquirimos nuestros peces, podemos encontrarnos con que no quieran comer el primer día que los tengamos en casa. Esto suele suceder debido a que se han estresado porque no están llevando muy bien el cambio. Dales unas horas para que se habitúen a su nuevo espacio e intenta otra vez darles una pizca de alimento.


Si alguno de ellos continúa sin querer comer, entonces hay que reflexionar acerca de lo que podría estar ocurriendo en el acuario, algunas preguntas que debemos hacernos son las siguientes:
  • ¿El agua está demasiado fría? Recordemos que si hemos adquirido un pez tropical, la temperatura de su acuario debe ser de al menos 25 grados. Y que, sobre todo en invierno, los peces se enfrían y entran en periodo letárgico. Intenta adquirir un termocalentador y mantenerlos en la zona más caliente de la casa.
  • ¿Recibe suficiente luz? La mayoría de los peces se alimentan de día y, con una iluminación adecuada, se verán más voraces y activos.
  • ¿Come siempre lo mismo? Es recomendable ofrecer una alimentación variada a nuestros peces, no solo por el equilibrio de los nutrientes en su comida, sino para que no se aburran de comer siempre lo mismo. Si no tienes oportunidad de adquirir alimento vivo, en el mercado existen varias marcas comerciales que venden alimento vivo congelado o liofilizado; prueba a variar su alimentación un poco.
  • ¿Has hecho los suficientes cambios de agua? Intenta cambiar un porcentaje por agua nueva; hay especies que necesitan más cambios de agua que otras como, por ejemplo, los discos o los bettas.
  • ¿Observas algo extraño en su cuerpo? Si con el tiempo notas algo raro en su cuerpo, como un bulto, alguna zona algodonosa, puntos blancos etc., es muy probable que esté enfermo y habrá que averiguar de qué enfermedad se trata para poder darle el tratamiento adecuado.
Estas son algunas de las preguntas sobre las que puedes reflexionar para llegar a la raíz del problema, pero no son las únicas. Intenta tener a mano un poco más de bibliografía para investigar y no dejes de observar su aspecto en general. El que no quiera comer puede ser solamente el primer síntoma de alguna enfermedad e irán apareciendo más síntomas conforme ésta vaya avanzando; detectarlos puede darnos más pistas acerca de cuál es exactamente su mal y, en consecuencia, poder tratarlo a tiempo.

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