jueves, 24 de marzo de 2016

Cuidados básicos del Cachorro

Los cachorros de perros y gatos necesitan ciertos cuidados especiales tanto de higiene como de salud, además de que hay que tener en cuenta otras necesidades como los paseos.


¿Es importante el cepillado?

Esta importante rutina higiénica debe ser realizada frecuentemente. Casi todos los perros deberían ser cepillados todos los días, puesto que el cepillado diario aporta grandes beneficios higiénicos y sanitarios a nuestro mejor amigo y a nuestro entorno (pelos en alfombras, sillones, ropa). Mediante el cepillado conseguimos mejorar la circulación de la piel, retiramos el pelo muerto, favorecemos la salida de pelo nuevo, prevenimos la aparición de lesiones y patologías dermatológicas.

Si el perro “conoce” el cepillo, el peine y la carda desde que es pequeño y asume el cepillado como algo común en el día a día, podemos estar seguros de que no pondrá impedimento alguno, todo lo contrario, disfrutará del cepillado como uno de los mejores momentos del día, como una extensión de las caricias que tanto le gusta recibir de su “amigo de dos patas”.

¿Qué cuidados necesita un gato de pelo largo y uno de pelo corto?

Es importante empezar con el aseo de los gatos tan pronto como sea posible para que se acostumbren a esta rutina. Los gatos de pelo largo tienen pelajes densos que hay que cepillar todos los días porque de no hacerlo se formarán bolas de nudos que a veces necesitan la ayuda de un veterinario o peluquero que las corte. Es conveniente utilizar un peine de dientes ancho y un cepillo de carda, espolvorear talco en polvo una vez por semana y quitar los nudos pequeños con la mano porque los tirones con el peine son dolorosos. Los gatos de pelo corto necesitan menos cepillado, por lo que una vez a la semana será suficiente para mantener el pelaje limpio y brillante. Es vital cepillarlos sobre todo cuando están mudando el pelo.

Existen dos épocas fundamentales de caída del pelo: desde principios de primavera hasta el verano y desde principios de otoño hasta el invierno. Esta caída es totalmente natural y no requiere atención del profesional; si observamos fuertes caídas fuera de estas épocas (o durante ellas) la visita al veterinario será obligada. Para favorecer el nacimiento del nuevo pelo debemos ser rigurosos con los cepillados y aportar una alimentación de alta calidad.

Aunque no existe mucha costumbre de cortar el pelo a los gatos de pelo largo, no supone ningún problema. Es cierto que no es necesario realizar un corte si mantenemos el pelo limpio y bien cepillado, pero también debemos pensar que un corte anual (en verano) favorece un pelo fuerte y sano y ayuda a soportar las altas temperaturas.

¿Puedo bañar a mi gato?

¡Por supuesto!, pero cumpliendo los siguientes requisitos:
  • No bañar al gatito hasta que tenga todas las vacunas de cachorro.
  • No debemos sustituir los cepillados por los baños: el cepillado debe ser diario y con ello podremos distanciar los baños.
  • Utilizar un champú especifico para gatos.
  • Secar perfectamente el pelo y la piel al terminar el baño (con una toalla y secador).
  • Acostumbrar al cachorro al agua desde pequeño. Los gatos no odian el agua, sólo odian lo que no conocen.
¿Cuándo y cómo bañar al perro?

Aunque la mayoría de los dueños tiene la costumbre de bañar a su mascota con excesiva frecuencia, la realidad nos dice que es preferible bañar menos al perro. Es fundamental el cepillado, que debe ser diario, para así poder distanciar el número de baños. Un animal correctamente cepillado no necesitará más de un baño cada mes y medio o dos meses, utilizando para ello un champú específico para perros, una toalla para secarle bien y un secador, teniendo cuidado de no quemar al animal y asegurándonos de que no quedan zonas húmedas. Debemos intentar que entre la menor cantidad de agua posible en las orejas. La diferencia entre el baño de un perro de pelo largo y uno de pelo corto es únicamente el tiempo que debemos invertir en cada caso.

¿Qué hacer si el gato se levanta con legañas?

Los ojos de algunos gatos, como por ejemplo los Persas, tienen cierta tendencia a padecer un mayor número de problemas debido sobre todo a su ligera exoftalmia (“ojos saltones”). Este simple hecho suele ser causa de una mayor producción de lágrima. Lavar sus ojos diariamente con agua de manzanilla no es del todo correcto. Cuando la legaña es normal, sin coloraciones verdosas o amarillentas, sin enrojecimiento del ojo, sin existir rascado de la zona, no es necesario un lavado ocular diario. En este caso, sería suficiente con retirar la legaña con una gasa limpia seca o ligeramente humedecida con suero fisiológico o agua.

El lavado ocular diario debería dejarse para casos como las conjuntivitis reales u otras patologías del ojo. Es recomendable acudir al veterinario para que descarte una posible infección que está provocando una mayor producción de legaña.

¿Cuándo puedo empezar a pasear a mi cachorro?

Es conveniente empezar a sacar de paseo al cachorro cuando haya adquirido suficiente inmunidad, gracias a las vacunas correspondientes contra las enfermedades más graves. Los cachorros pueden contraer numerosas enfermedades con sólo husmear la orina o las heces de otros perros infectados. Cuando empieces a pasear a tu cachorro procura que los paseos sean siempre aproximadamente a la misma hora y que se acostumbre a ir atado desde el principio. Es importante aprender a predecir cuando necesita hacer sus necesidades. Lo normal es sacarlo tres veces al día. No es recomendable llevarse al perro de vuelta a casa corriendo justo después de que ha hecho sus necesidades, porque empezará a asociar el fin del paseo con el momento en que las hace y en el futuro puede mostrarse reacio a hacer sus necesidades en el exterior. Es mejor premiar al cachorro cuando hace sus necesidades durante el paseo y alargar este un poco antes de volver a casa.

¿Cómo puedo sacar partido a los paseos?

El paseo con nuestro perro suele ser una obligación pero también un momento especial entre el perro y el dueño, una ocasión para que ambos disfruten y una gran oportunidad para mejorar distintas actitudes y comportamientos, además de reforzar la educación.

El paseo debe realizarse con el animal provisto de collar y correa que permitan su control en todo momento (además de un bozal en animales con tendencia a la agresividad). Mediante el paseo nuestro perro interacciona con otros animales, con otras personas y con un ruidoso entorno (coches, motos, ruidos varios). Hay que aprovechar el paseo como una vía de socialización para no acabar con un animal miedoso y/o agresivo con otros perros y con las personas. El perro necesita “divertirse” y hacer ejercicio. El paseo proporciona ambas cosas: permite que se mantenga el tono muscular y ofrece una vía de expansión por la interacción del animal con el entorno. No es imprescindible que el animal corra y salte a lo loco, puesto que permitir que el perro corra suelto en zonas libres puede acarrear graves consecuencias: accidentes de tráfico, peleas con otros animales, escapadas, etc. Nosotros somos su mejor entretenimiento y podemos participar en el juego con la ayuda de accesorios, como palos, pelotas, etc.

Juguetes para perros. Pelota de rugby de caucho con cuerda
Juguetes para perros. Pelota de caucho con cuerda

Juguetes para perros. Anillo con pelota de caucho natural

Juguetes para perros. Pelota blanda de caucho natural














Además, podemos aprovechar para darle algunas clases durante los paseos. Nuestro perro necesita que seamos pacientes y constantes; si hoy conseguimos que se siente, debemos recordarle la orden todos los días. Es importante no pasar a la enseñanza de otra orden hasta que no cumpla a la perfección la anterior. El paseo diario es la mejor forma de refrescar los conocimientos y enseñar nuevas lecciones. Las órdenes cumplidas deben premiarse con galletitas para perro o un juguete especial para el animal, nunca castigarse; los castigos empeoran siempre la situación.

¿Qué peligros domésticos pueden acechar al gatito en el hogar?
Como los gatos son animales curiosos debemos siempre evitar dejar a su alcance los siguientes objetos: productos de limpieza para el hogar que puedan resultar tóxicos para animales o niños; pesticidas, insecticidas, medicamentos, fertilizantes y otros productos tópicos de la jardinería; plantas de interior que pueden hacer daño e incluso resultar mortales para los gatos, como el aloe vera, los helechos, adelfas o muérdago, entre otras.

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