En las personas se considera obesidad cuando se supera en un 15% el peso corporal ideal, pues es aquí cuando comienzan los problemas de salud. Esta cifra se puede tomar también como parámetro para los animales. El exceso de peso se asocia con o empeora problemas tales como la hiperinsulinemia, la intolerancia a la glucosa, diabetes, enfermedades pulmonares y cardiovasculares, intolerancia al ejercicio y al calor y problemas en las articulaciones de las patas y la columna. Aumentan también el riesgo quirúrgico y la probabilidad de partos complicados.
Es muy importante evitar el sobrepeso durante la etapa de crecimiento de los perros y los gatos, ya que la cantidad de células grasas que se forme en esta edad ya no podrá disminuir por debajo de cierto límite. Cuanto menor sea este número, menos posibilidades hay de que de adulto sea obeso.
Para evitar que nuestra mascota sea obesa debemos medir cuidadosamente la comida que ingiere y adecuarla a su peso, edad y actividad física. En principio cualquier perro o gato comerá más si está en presencia de otros animales, por la competencia que se genera, y también si la comida es tan sabrosa que desee seguir comiendo aunque su apetito esté satisfecho. También es posible que coma más un animal que esté aburrido o solo durante muchas horas. Es importante establecer una rutina diaria de ejercicio y actividad compartida entre dueño y mascota y darle juguetes u objetos que le interesen. Asimismo es bueno que el animal se acostumbre a alimentarse siempre a una misma hora aproximada y que no se le consienta cuando pide a entrehoras o cuando los dueños están sentados a la mesa. Cuando se de cuenta que no va a conseguir alimento de esta manera, dejará de pedir; si quieres educarle de así debes ser muy constante y no flaquear y todos los miembros de la familia deben actuar de la misma manera.
Existen también piensos de bajas calorías que están formulados con menos materia grasa. Estos son muy útiles si tu mascota está excedida de peso, pero debes acompañar la dieta con una corrección en la rutina de alimentación y un programa de ejercicios que elimine las causas que predisponen a la obesidad.
¿Cómo sabes si tu mascota está excedida de peso?
Mediante una prueba muy sencilla. Coloca tus dedos pulgares sobre la columna de tu perro y los demás dedos sobre las costillas apuntando hacia el suelo. Ahora toca con tus dedos tratando de sentir las costillas bajo la piel. Cuando el perro está en su peso ideal, debes sentirlas sin presionar demasiado, tan solo acariciándolo. Si hay una capa que se interpone entre las costillas y la piel, tiene sobrepeso; si las costillas se ven a simple vista, está demasiado flaco.
En los gatos el método es distinto. Debes palpar su abdomen entre las patas traseras. Cuando los gatos aumentan de peso es ahí donde se acumula tejido graso y el pellejo se engrosa cada vez más y se va formando un colgajo de piel y grasa.
Lo mejor para evitar la obesidad es crear en tu mascota, y en ti mismo, hábitos saludables desde pequeño. El ejercicio puede tener un efecto muy positivo en los animales, pues ayuda a los mecanismos de control de la ingesta de comida, crea tejido magro y quema calorías, además de proporcionarle entretenimiento sano. Estos consejos valen tanto para los animales como para las personas, así que si tú y tu mascota disminuyen el consumo de grasas y aumentan el nivel de ejercicio, se beneficiarán los dos. Pasear más frecuentemente con tu perro ayudará a mejorar la salud y a mantener el peso ideal de ambos.
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