Como bien dice el refrán, “El hogar es donde está el corazón”; y con más razón para las chinchillas. Si bien es cierto que su mejor lugar está en la propia naturaleza. Nuestras chinchillas pasarán la mayor parte de su vida en el habitáculo que elijamos para ellas. Por lo tanto, debemos asegurarnos de que elegimos lo mejor y de que, además, tengan todos los elementos necesarios.
La ubicación de la jaula en nuestro hogar es de vital importancia, ya que debemos darle a nuestra chinchilla una sensación de comodidad y seguridad en sus horas de sueño durante el día. Debemos tener presente que el espacio que decidamos darle en nuestro hogar sea tranquilo, luminoso (de preferencia que le dé la luz de la luna), ventilado, fresco, y que esté lejos de radiadores, corrientes de aire y de objetos a su alcance (por ejemplo, cortinas y cables); y con una temperatura ambiente entre 15 y 25ºC ya que pueden sufrir fácilmente golpes de calor en ambientes de temperaturas elevadas o problemas de hongos si hay niveles altos de humedad. Para controlar mejor estos parámetros, convendría adquirir una pequeña estación meteorológica que nos mida, al menos, temperatura y humedad.
El tamaño estándar de una jaula para chinchillas suele ser de entre 40-60 cm de largo por 60-90 cm de ancho y 60-80 cm de altura. Ese es un habitáculo ideal para una chinchilla en solitario, así que lo primero que tendremos que considerar al comprar la jaula es si tenemos la intención de darle una pareja más adelante, sea de su mismo sexo o no, y si tenemos intención de reproducirla.
Si estamos considerando la cría, tendremos que pensar también en una jaula adicional para colocar a la hembra cuando la fecha del parto se acerque, sin olvidar que esta debe estar preparada especialmente para unos bebés chinchilla de entre 40 y 50 gr y movilidad inmediata, pues hay riesgo de que se salgan o de que, tengan una caída de lo más alto de la jaula, pues comienzan con sus escaladas desde el primer día.
Debemos cuidar que en la jaula existan lugares para esconderse y juguetes para distraer la atención; las chinchillas son muy inteligentes y necesitan un lugar lleno de artículos interesantes para evitar el aburrimiento. La jaula también debe ser lo suficientemente grande para que pueda correr y saltar (una chinchilla adulta puede saltar más de un metro y medio de altura). Si la jaula es demasiado pequeña, sufren diversos trastornos debido al estrés, que se traducen en depresión y ansiedad y pueden afectar su salud de distintas maneras. Por supuesto, cuando se tiene una pareja de chinchillas, debemos pensar en que la jaula sea lo suficientemente grande para que estén a gusto las dos juntas.
En el mundo de las chinchillas, existen diferentes tipos de jaulas, que no necesariamente deben ser de barrotes. En nuestro siguiente artículo trataremos sobre ello.
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