Las aves nos dan alegría, nos deleitan con su canto o nos divierten con su lenguaje, incluso adornan nuestra casa con su belleza. Lo mejor que podemos hacer por ellos es darles los cuidados que ellos necesitan: una buena alimentación, mantener la higiene y su salud y prepararles una jaula bien ambientada donde puedan vivir felices.
En la naturaleza las aves siempre tienen sitios donde esconderse; dentro de la jaula podemos instalar refugios de tela colgantes, las casitas de madera o tejidas en fibras naturales que se adquieren en las tiendas o una que tú puedas diseñar con los materiales que se te ocurran. Para las aves grandes se pueden utilizar troncos con cavidades o colocados de manera que puedan refugiarse debajo.
Algunas aves disfrutan de hacer su propio nido en la primavera. Para ellas es conveniente dejar dentro de la jaula los materiales necesarios: hierbas secas, ramitas pequeñas, trozos de tela suave, hilos gruesos de algodón, etc. Si tiene los materiales apropiados, no tendrá necesidad de romper el papel periódico ni arrancar sus propias plumas.
Todas las aves requieren un sitio oscuro y tranquilo donde dormir por las noches. Es imprescindible que cubras su jaula durante unas 8 a 10 horas, imitando los períodos naturales de luz/oscuridad según la época del año. Esto les permite descansar bien, disminuye el estrés, los protege del frío y corrientes de aire y ayuda a mantenerlas saludables.
Las aves en cautiverio suelen sufrir de artrosis o atrofia de los pies. Este problema puede disminuirse en gran medida colocando perchas de distintos grosores, texturas e inclinaciones dentro de la jaula. Una textura similar a la de la corteza de las ramas ayuda a limar sus uñas, mientras que los distintos grosores hacen que los dedos tengan que tomar distintas posiciones, mejorando la circulación y haciendo trabajar todos los músculos. Hay infinidad de perchas disponibles en las tiendas (¡y en los parques!), puedes usar sogas gruesas de algodón, ramas naturales (que no estén sucias ni fumigadas), perchas que imitan la forma y movimiento de las ramas de los arbustos, otras que cuelgan desde el techo de la jaula y todo lo que te imagines.
También existe un gran surtido de juguetes. Los periquitos los disfrutan especialmente, pero cualquier ave puede ganar en salud y entretenimiento con el juguete adecuado. Estos elementos ayudan a distraerlas, aportan elementos interesantes a su jaula y son fundamentales para evitar las conductas viciosas que se producen por el aburrimiento. Solo ten cuidado de no poner demasiados objetos a la vez, pues los pájaros pueden golpearse con ellos o asustarse, y además ubícalos de manera de no restar espacio de vuelo dentro del hábitat.
Escoge juguetes del tamaño apropiado al de tus aves. Si le das uno demasiado pequeño lo romperá muy rápido o, peor aún, podría tragarlo. Las aves pequeñas disfrutan de los espejos y juguetes livianos. Siempre controla que los materiales no sean tóxicos y que no haya piezas pequeñas que puedan desprenderse y ser tragadas. Renueva los juguetes cada vez que notes que los pájaros pierden interés en ellos.
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