Los peces son animales de “sangre fría” y mantienen la temperatura de su cuerpo igual a la del medio ambiente. Por esta razón es extremadamente importante mantener la temperatura constante. Los cambios repentinos pueden causar estrés y llevar a enfermedades. Por lo que se recomienda verificar la temperatura del agua diariamente.
Existe una gran variedad de termómetros a elegir.
Los peces tropicales se originan en lugares de climas cálidos y templados, por lo que requieren una temperatura de agua constante de entre 24 a 27°C (75 a 80°F). Esto hace que el calentador o termostato sea tan importante como el filtro en su acuario. La regla general es escoger un calentador o combinación de calentadores que provea de 3 a 5 watts por 3.8 lt (galón U.S.) de agua del acuario. Si el acuario se localiza en un área más fría es muy recomendable que el mínimo sea de 5 watts por 3,8 lt. Colocar el termostato en un área donde haya bastante movimiento del agua ayudará a distribuir el calor más uniformemente.
Una creencia errónea es que se desconecta el calentador cuando hay clima más cálido, esto NUNCA debe hacerse. El calentador provee la estabilidad de la temperatura, al no permitir que la temperatura del acuario caiga debajo del valor prefijado y se controla por termostato.
Calentadores
Hay tres tipos básicos de calentadores, los de pinza, los sumergibles y los electrónicos.
Los calentadores de pinza representan una opción económica para proveer temperaturas estables y son diseñados para ser fijados al marco del acuario. Es importante al colocarlos respetar la línea de agua indicada. Esto asegurará el funcionamiento correcto del termostato.
Los calentadores sumergibles ofrecen mayor flexibilidad en términos de empleo y están disponibles en pequeños diámetros fáciles de ocultar.
Los calentadores electrónicos emplean un método tecnológicamente avanzado para el control de temperatura y elimina las tecnologías mecánicas encontradas en los calentadores convencionales.
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