Sobre todo los primeros días que el hurón está en casa tendremos que ser pacientes y entender que el animal está viviendo muchos cambios y puede existir la posibilidad de que no haya tenido trato antes con personas, debido a ello habrá que armarse de paciencia y empezar poco a poco a enseñarle como tienen que reaccionar con nosotros. No tengáis prisa, a algunos les puede costar más que a otros, pensad que al fin y al cabo cada hurón tiene una personalidad propia.
Algunos trucos recomendables para los primeros días:
· Dejar al hurón libre en un espacio reducido pero seguro y sentarse en un rincón a esperar que él de el primer paso. A los hurones les encanta inspeccionar, así que debemos intentar que el hurón relacione nuestra presencia con algo agradable. Se puede intentar jugar con él pero siempre sin forzarle y acariciarlo cuando sintamos que está seguro a nuestro lado, los movimientos deben ser lentos y suaves para que el hurón pueda prever nuestro comportamiento y no sentirse amenazado.
· Poner camisetas usadas e impregnadas con nuestro olor corporal en su jaula para que se acostumbre y cuando esté junto a nosotros pueda relacionar nuestro olor al de sus camitas, transmitiéndole tranquilidad y bienestar.
· Cuando esté dormido en su jaula, con cuidado, podemos cogerlo y acomodarlo en nuestro regazo. Suelen dormir muy profundamente y por ello podemos acariciarlo suavemente mientras duerme. Les suele gustar bastante que les acaricien la cabeza, sobretodo detrás de las orejas.
· Lo que suele resultar más fácil para ganarnos su confianza es el “soborno” con premios o alimentos que le gusten (trocitos de pollo a la plancha, huevo hervido, alguna golosina, etc.). Debemos tener cuidado pues pueden ser bruscos a la hora de cogernos el premio de la mano, para tantear sería mejor ofrecer las primeras veces el premio con la palma de la mano y no con la punta de los dedos.
A veces, los hurones pueden tener un comportamiento agresivo causado por otros factores:
Si no conocemos la procedencia del hurón, debemos tener en cuenta que quizás no haya tenido buenas experiencias con personas o simplemente, que durante largos períodos de tiempo se le haya ignorado completamente. Estos casos suelen ser más complicados, pero nunca imposibles, además estos hurones desconfiados suelen ser muy agradecidos cuando conseguimos ganarnos su confianza.
En el caso de un hurón sordo hay que ser cautelosos a la hora de tratar con él. Siempre hay que avisarle antes de tocarle y si se quiere coger siempre deberá hacerse cuando estemos frente a él, cara a cara. Esto es de lógica pues si el hurón nota de repente que algo lo toca por detrás, puede asustarse con facilidad y en este caso lo más probable es que muerda (esta recomendación también sería para un hurón con pérdida de visión). Existen otros métodos para intentar educar a hurones sordos como pueden ser las vibraciones por golpes en superficies, rayos de luz (tipo láser, linternas o similares), etc. Lo que queremos dejar claro es que un hurón con este tipo de patología puede hacer una vida totalmente normalizada y NO ser mordedor.
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