viernes, 1 de septiembre de 2017

Baleares: un nuevo horizonte de esperanzas y lucha contra la Tauromaquia

El lunes 24 de julio el Parlament balear votó una Proposición de Ley cuyo texto, elaborado y redactado por AVATMA y la Fundación Franz Weber, recoge una regulación de la tauromaquia basada en los estándares máximos posibles de protección de los animales.

Su objetivo es la eliminación sistemática de todos aquellos componentes de la lidia que afectan directamente al toro y le producen sufrimiento, proponiendo severas restricciones que equivaldrían, en términos prácticos, a la abolición.

En Octubre de 2016, seis años después de la abolición de las corridas de toros en Catalunya, el Tribunal Constitucional estimó el recurso interpuesto por el Partido Popular declarando inconstitucional y nulo el artículo 1 de la Ley 28/2010, alegando que la Generalitat estaría mermando las competencias del Estado para la preservación del patrimonio cultural común, menoscabando así las competencias autonómicas ejercidas de forma democrática por la Generalitat de Catalunya hasta la fecha.

A pesar de que sostenemos abiertamente que la sentencia responde a razones políticas centralizadoras y conservadoras más que a cuestiones meramente jurídicas, el fallo del Tribunal Constitucional ignora las actuales evidencias que demuestran que los animales son seres sintientes con intereses propios que tienen la capacidad de sentir y sufrir, además de hacer caso omiso a los recientes estudios que sostienen que la violencia hacia los animales tiene una vasta proyección social, especialmente por el efecto que provoca en niños, niñas y adolescentes, tal y como indica un postulado confirmado y compartido por el Comité de los Derechos del Niño de la ONU. La sentencia, a la vez que demuestra su contenido político, intenta justificarse realizando verdaderas pericias retóricas en lo jurídico, algunas de ellas a partir de falsos supuestos, sesgos y ambigüedades que alteran la anterior jurisprudencia respecto de los mismos títulos competenciales sin justificación jurídica alguna. Sin embargo, en su sentencia, el Tribunal Constitucional reconoce la necesidad de proteger y cuidar a los toros bravos y asume, en consecuencia, que se pueden o deben tomar las medidas regulatorias necesarias para evitar su sufrimiento así como eliminar todas aquellas prácticas que conlleven una especial crueldad contra estos toros.

Es por ello que nos encontramos ante un escenario sensiblemente distinto al de la Catalunya de 2010, pues las posibilidades de hacer efectiva la abolición directa de las corridas de toros en las Islas Baleares, con la amenaza constante de un recurso de inconstitucionalidad, son prácticamente nulas. La actual situación nos expone a una complicada tesitura que nos obliga a adaptarnos a las nuevas circunstancias concretas para que lo que en un principio pudo parecer un contratiempo se transforme en una oportunidad, y dar entonces un paso definitivo hacia la ansiada desaparición de la tauromaquia. El restrictivo marco jurídico estatal y la constante amenaza de inconstitucionalidad obligan a considerar las oportunidades de la actual aritmética política en nuestras islas. No hacer nada, nunca ha sido una opción.

En este sentido, los partidos de la coalición de gobierno proponen un texto que fue elaborado y redactado por AVATMA y la Fundación Franz Weber, donde se recoge una regulación basada en los estándares máximos posibles de protección de los animales (dentro de la limitación competencial), con el objetivo de eliminar sistemáticamente todos aquellos componentes de la lidia que afectan directamente al toro y le produzcan sufrimiento.

Esta tramitación ha sido posible gracias al trabajo de incidencia política que se realizó desde LiBERA! Illes Balears, y que logró incluir la abolición de la tauromaquia en los programas electorales. Por su parte, fue imprescindible la movilización social ejercida por la campaña Mallorca Sense Sang durante los últimos tres años, una coalición liderada por AnimaNaturalis y CAS International que junto a la constante lucha de varias entidades locales, asociaciones y activistas, han venido realizando tareas de concienciación, visibilización, denuncia y protesta durante décadas, preparando así un escenario favorable para la aprobación de esta ley que nos encontramos apoyando actualmente.

Esta ley, pues, no nace de cero, es una continuidad que une a más aliados y que nos abre las puertas a una serie de escenarios más que prometedores para nuestra causa. Desde el conjunto de asociaciones que apoyamos este manifiesto, consideramos que la Proposición de ley de las corridas de toros en las Islas Baleares es, en estos momentos, la mejor propuesta posible. Ya que el texto legal detalla las estipulaciones que le permiten ir lo más allá que se puede ir en materia de protección del animal dentro de los márgenes de lo constitucionalmente establecido y del contexto legal que dejó la sentencia del Tribunal Constitucional, proponiendo severas restricciones en cuanto al transporte, origen, edad y peso de los toros, exigentes inspecciones veterinarias, la prohibición de utilizar herramientas punzantes o cortantes, limita el tiempo máximo de permanencia del toro en la plaza a diez minutos, la abolición de la matanza y devolución a la ganadería de origen, o la expresa prohibición del uso de caballos y del consumo de bebidas alcohólicas, son sólo algunas de las modificaciones de la Proposición de Ley de las corridas de toros en las Islas Baleares que deberán cumplir las empresas taurinas y las plazas de toros, relativas tanto a la protección de los animales como a la seguridad de los asistentes, sometiendo a los festejos taurinos a un elevado grado de regulación que dificultaría su celebración, ya que supondría una actualización para las empresas taurinas que probablemente muy pocas sean capaces de asumir.

Para las organizaciones y activistas que apoyan esta tramitación, estamos frente a una oportunidad histórica que nos permitirá medir el alcance de las regulaciones en materia de espectáculos taurinos. Para los partidos comprometidos con el fin de la crueldad taurina, este paso supone el máximo avance dentro del marco normativo. Para el sector taurino, y así lo han manifestado en numerosos medios de comunicación, ese texto haría que las corridas fueran impracticables y equivaldría en términos prácticos a su abolición.

Las asociaciones que apoyan esta ley apuestan por darle un giro a la historia y caminar hacia la construcción de una Comunidad Autónoma en la que la consideración moral de los animales sea una de sus señas de identidad. Islas Baleares tiene en este momento una enorme responsabilidad frente al resto del Estado, pues un resultado positivo en nuestras islas abriría la puerta a que otras autonomías puedan emprender caminos similares. El lobby taurino percibe la constante amenaza de la madurez estratégica y el avance de nuestro movimiento, es por ello que sus abogados afirmaron públicamente tras la sentencia del Tribunal Constitucional que esta supondría el veredicto de muerte de la tauromaquia al no poner límites a la regulación de los espectáculos taurinos por parte de las comunidades autónomas.

Es por ello que consideran que ante esta oportunidad inexplorada hasta el momento deben apostar por ella para ser capaces de medir su resultado, del mismo modo que deben acompañarla en todo su proceso con el fin de garantizar el mismo. La opción de no hacer nada ya sabemos dónde acaba, en el peor de los escenarios posibles, el infierno que viven año tras año los toros a los que les toca morir torturados en una plaza. La Comunitat Autónoma de les Illes Balears, cuyo pacto de gobierno incluyó la tramitación de una Ley para abolir la tauromaquia, se encuentra ahora ante esta disyuntiva: abandonar la idea de acabar con la crueldad taurina en las islas o avanzar en la línea de su compromiso electoral y de gobierno hacia la erradicación de la crueldad mediante un mecanismo de regulación.

Las organizaciones y personas abajo firmantes comparten la voluntad de avanzar hacia una cultura manifiestamente comprometida con los derechos de los animales y la erradicación tanto de las corridas de toros como de todas sus derivaciones, a la vez que rechazan frontal y abiertamente una sentencia vergonzosa que no hace más que poner en manifiesto la triste falta de división de poderes en el Estado, así como los constantes ejercicios centralizadores por los que apuesta el Partido Popular y el Gobierno taurino de Mariano Rajoy.

Este manifiesto ha sido firmado, hasta el momento de esta publicación, por las siguientes organizaciones nacionales e internacionales, y sigue abierto a adhesiones:

AIUDA (Asociación Inter-Universitaria para la Defensa de los Animales)
Amnistia Animal
AnimaNaturalis
AVATMA (Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia y del Maltrato Animal)
BALDEA
CAAB (Colectivo Antitaurino y Animalista de Bizkaia)
CAE - Center for Animal Ethics
CAS International (Comité Anti Stierenvechten)
CAPITAL ANIMAL
CoPPA (Coordinadora de Profesionales por la Prevención de Abusos)
El caballo de Nietzsche
FAADA
Federación Dean
FFW (Fundación Franz Weber)
Gladiadores por la Paz
Human Society International
LiBERA! Illes Balears
Merci for Animals
Mirada Animal
No Corrida
Observatorio de Violencia Hacia los Animales
PETA
Piztiak Kompartsa Animalista
Plataforma ALTO
Plataforma Defensa Animal Extremeña
Santuario Gaia
The National Link Coalition

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