El zoo de Barcelona cuenta con un largo historial de muertes, escapes, ataques y otros despropósitos que rodean su gestión con los lobos ibéricos, una de las especies autóctonas que alberga. Algunas personas afirman que esta mala gestión les costó incluso perder la coordinación de este programa de conservación de la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA).
Una vez más, ha vuelto a pasar. El pasado miércoles 17 de mayo una de las lobas del zoo de Barcelona, Beret, escapó de sus instalaciones antes de abrir las puertas al público.
No es la primera vez que esta especie consigue salir de su celda, lo cual nos hace preguntarnos: ¿Están seguras las lobas en los zoos? ¿Tiene sentido seguir teniendo lobos en ellos? ¿Dónde están los lobos más amenazados, en los zoos o en la naturaleza?
Una vez más, ha vuelto a pasar. El pasado miércoles 17 de mayo una de las lobas del zoo de Barcelona, Beret, escapó de sus instalaciones antes de abrir las puertas al público.
No es la primera vez que esta especie consigue salir de su celda, lo cual nos hace preguntarnos: ¿Están seguras las lobas en los zoos? ¿Tiene sentido seguir teniendo lobos en ellos? ¿Dónde están los lobos más amenazados, en los zoos o en la naturaleza?
Loba ibérica en el zoo de Barcelona. Foto: ZooXXI |
Una especie casi exterminada en Europa
El lobo ibérico ( Canis lupus signatus) es una subespecie autóctona del lobo de la península ibérica. Actualmente se encuentra casi exterminado en Europa. España ha perseguido durante siglos a este especie, y aún continúa haciéndolo. Solo quedan tres poblaciones: la cantábrica-leonesa, la galaica y la andaluza.
A partir del siglo XX esta especie empezó a sufrir una regresión que alcanzó su máximo pico durante los años setenta. Actualmente está catalogada como especie protegida y eso ha redundado en una leve recuperación de su población, aunque aún queda mucho por hacer.
Principales causas de su desaparición
Destrucción de su hábitat natural: la presión humana está haciendo desaparecer el hábitat natural del lobo ibérico. Un hábitat que además se encuentra fragmentado a causa de infraestructuras como autopistas, vías de trenes o ferrocarriles. Ello pone en riesgo de extinción a pequeñas poblaciones aisladas.
Exterminio: Justificándose en los supuestos daños que ocasionan a la caza menor, muchos lobos son exterminados ilegalmente. Del mismo modo, en muchas ocasiones los ganaderos persiguen y envenenan a los lobos por los ataques a su ganado. También es una amenaza el hecho de que las autoridades denieguen y retrasen el pago de indemnizaciones a los ganaderos para compensar los daños causados por esta especie protegida. A ello se suma el desinterés por multar a los cazadores furtivos: jamás se ha multado a ninguno, a pesar de que se calcula que entre el 70 y el 80% de las muertes anuales de los lobos se producen a manos de estos cazadores.
Pérdida de identidad genética: A raíz del cruce de lobos con perros asilvestrados esta especie está perdiendo poco a poco su identidad genética. Además, está perdiendo su organización social, ya que se ven obligados a adaptarse a condiciones inadecuadas para su biología, como por ejemplo al carroñeo en basureros.
Los zoos como falsas herramientas de conservación
El pasado mes de abril la Asociación Parlamentaria en Defensa de los Animales (APDDA) celebró en el Congreso de los Diputados un encuentro de personas expertas sobre la protección del lobo en España. La asociación lamentó que el lobo ibérico se haya convertido en víctima de una persecución intolerable y señaló la necesidad de multiplicar los esfuerzos en favor de la protección de esta especie.
Los zoos actuales dicen ser herramientas de conservación para evitar la desaparición de las especies. Pues bien, ¿qué trabajo se está haciendo para dar respuesta a las causas de su desaparición?
Justo hace unas semanas supimos que el Parque de la Naturaleza de Cabárceno exterminó a tiros a todos sus lobos adultos hace unos años. En un parque de un supuesto carácter conservacionista se sigue llevando a cabo la matanza de animales sanos por razones de gestión (práctica conocida como culling). Se justifican alegando criterios conservacionistas. Debido a que existía una incompatibilidad entre grupos, se consideró que la mejor opción, o la más rápida, era matar a ocho adultos para garantizar la viabilidad de uno de los grupos, y así poder seguir teniendo “ejemplares” que exhibir. Esta decisión no es conservacionista, es una total falta de sentido común. Una escabechina.
El hecho de que un centro como es el Parque de la Naturaleza de Cabárceno, admirado por muchas personas debido a sus extensas instalaciones, haya sido capaz de exterminar así a los animales que ahí viven vuelve a abrir el debate sobre el modelo de zoo actual. ¿Son realmente centros dedicados a la conservación o es mero maquillaje? ¿Están a salvo los animales en los zoos o también están amenazados?
Tan solo unos días después nos llega la noticia de que, una vez más, una de las lobas del zoo de Barcelona escapó de su jaula.
Zoo de Barcelona, un historial de mala gestión
El zoo de Barcelona fue nombrado por la EAZA coordinador del Programa Europeo de Cría en Cautividad, concretamente a manos del conservador Conrad Enseñat, cuyo objetivo es preservar la variedad genética del lobo ibérico.
Los lobos son animales que forman manadas y clanes, y son altamente sociales. Se interrelacionan de manera constante con los demás miembros de su grupo. Solo se dan casos de lobos solitarios cuando son machos en la naturaleza.
A pesar de ello, el zoo de Barcelona tenía una única loba ibérica, absolutamente sola, y en un espacio minúsculo: 2m x 8m. ¿Cuáles fueron los criterios para nombrar coordinador a Enseñat? Por el momento, y siguiendo criterios conservacionistas, siguen siendo desconocidos.
Más adelante el zoo adquirió una camada de cinco lobas jóvenes de la misma manada. Los lobos son cánidos y ,como tales, gregarios y territoriales. La llegada de estas lobas iba a suponer un futuro incierto para la loba más veterana. Varias asociaciones animalistas temían que le aplicasen la inyección letal, entre ellas, la ONG Libera!, que además se ofreció a buscar y encontrar un nuevo hogar para este animal. Las propuestas fueron ignoradas y la loba de edad más avanzada fue aislada nuevamente para, más tarde, bajo la más absoluta opacidad y reafirmando los temores de las asociaciones, matarla alegando problemas de salud, problemas que jamás pudieron ser comprobados.
Además, se demostró una total negligencia y quedaron en evidencia deficientes medidas de seguridad cuando se escaparon dos lobas de sus recintos y tuvieron que evacuar a los visitantes.
Se supo también que estas lobas mataron a su madre, Penélope, durante una disputa, supuestamente, por un macho imaginario. Es cierto que el mantenimiento en cautividad de una especie con una estructura social tan compleja como esta es de una gran dificultad; aún así, estas agresiones pueden observarse fácilmente en el espacio con el que cuenta un zoo. Un claro precedente como este debiera haber servido para adoptar las medidas necesarias para que no se repitiese. Pero al parecer no fue suficiente: en octubre pasado murió otra loba en el zoo de Barcelona, y a juzgar por las cicatrices que presentaba no es difícil deducir la causa de su muerte. Se trata de reiteradas peleas jerárquicas que no se dan de un día para otro. Entre los pasados meses de noviembre y diciembre se pudo ver a otra loba cojeando. ¿Serán capaces de evitar una nueva muerte en su recinto o sufrirá el mismo destino que sus compañeras?
La situación de estos animales en el zoo generó preocupación en muchas organizaciones: “La evolución y el estado de estos animales no resulta aceptable en una institución que se precia de salvaguardar el futuro de especies amenazadas, y menos todavía teniendo en cuenta que hasta ahora Enseñat es la persona responsable de la coordinación de la EEP (programa europeo de cría) de esta emblemática especie”, afirmaba el equipo de Lobo Marley en su Carta al Zoo de Barcelona.
Ante esta nefasta gestión, lo normal hubiese sido que la EAZA le cesase de inmediato en la coordinación de este programa de cría en cautividad, pero lo mantuvieron y hasta 2016 no le asignaron la coordinación a otro zoo. Lo cual nos hace preguntarnos cuáles son los criterios para elegir al coordinador del programa. ¿Nos conviene seguir actuando bajo estos criterios? Parece inadmisible que una asociación que cuenta con muchos zoos y acuarios públicos entre sus 356 miembros sea tan poco transparente. Miles de animales en Europa están bajo su tutela, y aún así no hace públicos ante la ciudadanía ni los resultados de los programas de especies en peligro de extinción ni los de su gestión, a pesar de que se hace valer de infraestructuras públicas para su funcionamiento.
Pues bien, a pesar de que el director del momento, Miquel Trepat, se comprometió a revisar las instalaciones y las medidas de seguridad, parece que no ha sido suficiente para garantizar que la huída no se volviese a repetir.
Este suceso se da además en un incierto momento de cambio, en el que el Ayuntamiento de Barcelona anunció un nuevo modelo para el zoo de la capital catalana. Un modelo enfocado exclusivamente a la educación, la investigación y a la conservación que llega de la mano de un nuevo director, el biólogo Antoni Alarcón. Sin embargo, a pesar de que la anterior directora, Carmen Lanuza, ya no ejerce, el nuevo director aún no está en funciones. Así que no queda más que preguntarnos: ¿A manos de quién está ésta conservación de la que tanto nos hablan? ¿En manos de quién está la conservación de los lobos ibéricos? ¿Son efectivos estos programas de cría en cautividad teniendo en cuenta que entre las causas de su desaparición no se encuentran las dificultades en la reproducción? ¿Por qué la EAZA no le retiró antes la coordinación al zoo de Barcelona? ¿Qué intereses ocultos hay? ¿Están seguros los lobos en los zoos? ¿Están seguros en el zoo de Barcelona?
No hay comentarios:
Publicar un comentario