La tricomoniasis es más frecuente en palomas, pero también se ha visto en psitácidos. Provoca placas caseosas en la lengua y faringe, con vómitos, diarrea y falta de apetito. Se trata con antibióticos. En casos avanzados puede provocar neumonía y muerte.
La candidiasis es una micosis común en pichones criados a mano, probablemente por un desarrollo incompleto del sistema inmune, y también en pájaros adultos con sus defensas comprometidas por alguna situación de stress, falta de higiene, dieta desequilibrada o luego de un tratamiento prolongado con antibióticos. Los signos dependen del sitio afectado. Se ven placas blancas en la boca, vaciamiento lento del buche, regurgitación, depresión, anorexia, diarrea (si está infectado el tracto digestivo bajo). Los intestinos no pueden absorber nutrientes, se produce un estado de desnutrición y la enfermedad se vuelve crónica. Se cura con antimicóticos, más higiene del entorno y eliminación de todos los azúcares de la dieta y corrección de los nutrientes.
El vaciamiento lento del buche suele ser un problema en los pichones criados artificialmente. Se observa que el buche no se ha vaciado entre una comida y la siguiente. Las principales causas son la psitacosis y poliomavirus, pero también pueden ser problemas de manejos de la dieta (temperatura incorrecta, mal estado, composición inadecuada). Otras causas menos comunes son la presencia de cuerpos extraños, impactaciones o cálculos.
Polyomavirus es una enfermedad viral que afecta principalmente a los psitácidos de menos de 7 semanas. Provoca pérdida y falta de desarrollo de las plumas de la cola y alas. Los síntomas digestivos son vómitos, diarrea, anorexia, depresión vaciamiento lento del buche. Puede ser mortal si no se trata a tiempo. Se observa sangrado profuso luego de una inyección intramuscular o si se arranca una pluma y hematomas en el cuerpo como resultado de la necrosis hepática severa.
La psitacosis es una infección grave causada por chlamydia psittaci que puede afectar a todas las aves y se transmite a las personas y otras mascotas, por lo que un ave enferma debe ser denunciada a salud pública. Los signos clínicos son diarrea, descarga oculonasal y uratos acuosos amarillos a verdes, aunque hay aves asintomáticas portadoras. En las personas se observa desde una leve constipación crónica hasta neumonía. Se recomienda no comprar aves en sitios de poca salubridad y llevar al veterinario a las aves recién adquiridas, ya que se sospecha que hay una gran prevalencia de esta enfermedad. El tratamiento aprobado se realiza con doxiciclina durante 45 días.
Las enteritis bacterianas se pueden producir por bacterias inespecíficas como Escherichia coli, Pseudomonas, Klebsiella, Enterobacter y Campylobacter. Una pequeña cantidad de estas bacterias es normal en el intestino de las aves, pero si se encuentran más del 5% en un examen fecal se pueden considerar como la causa de la diarrea. El tratamiento se realiza con antibiótico que el veterinario indicará según los signos clínicos y la bacteria hallada. Clostridium perfringens, que es un habitante normal del intestino, puede provocar diarreas fatales si llega a formar esporas. Este cambio se puede observar luego de tomar antibióticos, de una situación estresante o cambios en al dieta. Se trata con antibióticos y las medidas de sostén que hagan falta.
Las aves en cautiverio que no tienen acceso al exterior rara vez se contagian de parásitos intestinales durante su vida adulta. Los más frecuentes son las Giardias, que se pueden contagiar a partir del agua. Provocan diarrea y pérdida de peso y se tratan con metronidazol. Es conveniente desparasitar a cualquier ave nueva antes de incorporarla en la jaula con otras para evitar el contagio.
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