lunes, 14 de agosto de 2017

Cuidados de un Gato cuando llega el calor

Estamos en verano y tenemos unas temperaturas muy altas... Aunque los gatos agradecen el calor debido a su naturaleza (muestra de ello es que pueden pasar horas pegados al radiador en invierno) también pueden verse afectados si la temperatura es excesiva, llegando incluso a sufrir lo que se conoce como un golpe de calor.


¿Qué es el golpe de calor?


Las altas temperaturas del verano, más aún si la humedad es elevada, pueden llevar a que la temperatura corporal de nuestro gato aumente hasta tal punto que pueda causarle daños serios e incluso la muerte.

Los gatos no cuentan con glándulas sudoríparas repartidas por todo el cuerpo como los humanos, si no que éstas se localizan únicamente en las almohadillas, el ángulo de la barbilla, los labios, el ano y las axilas.

Ellos solo pueden eliminar el exceso de calor mediante dichas glándulas y a través de la respiración, lo que hace que puedan gestionar el exceso de calor de forma más limitada que nosotros.

Por ello, debemos controlar que nuestro gato no se vea expuesto a temperaturas excesivas y ayudarle a superar las épocas estivales sin riesgo.

Aquí os dejamos algunos consejos para que hagáis más llevaderos estos días calurosos a vuestro felino.

¿Cómo ayudarles a hacer más llevaderas las altas temperaturas?

  • Dejar agua fresca a su disposición. Los gatos, como ya sabéis, son muy sibaritas a la hora de beber agua. Durante todo el año debemos controlar que nuestro gato ingiera suficientes líquidos, pero en verano es aún más importante.
Debemos cambiar el agua regularmente para que ésta se mantenga fresca y, si vamos a salir durante varias horas, podemos echar unos hielos al agua para que aguante fría durante más tiempo. Lo ideal es hacer esto en un bebedero y dejar otro simplemente con agua, ya que si está muy fría es posible que nuestro gato se niegue a beber.
Además, podemos ayudarnos de fuentes para gatos que llamarán la atención de nuestro gato gracias a sus corrientes continuas de agua y pueden ayudar a que beban más.
  •  Ayudarnos de comida húmeda. Para mantener a nuestro gato hidratado, también podemos turnar el pienso y las latas de comida, que contienen un nivel de humedad mucho mayor.
  •  No dejes a tu gato encerrado en sitios pequeños y mal ventilados. Nunca debemos dejar a nuestro gato encerrado en el vehículo, transportín o en una habitación pequeña. En estos lugares las temperaturas suben rápidamente sin posibilidad de que él busque un lugar fresco donde refugiarse.
  •  Mantener la casa fresca. Durante el día es conveniente mantener las persianas a media altura o casi bajadas para que el calor tarde más en entrar. Además, podemos aprovechar las noches, en las que suele refrescar, para ventilar la casa. Recuerda colocar redes o mosquiteras en las ventanas para evitar que tu gato pueda caerse; por muy acostumbrado que esté nunca sabes cuándo puede asustarse o ver algo que llame demasiado su atención.
  • Ventiladores y aire acondicionado. Podemos usar un ventilador o el aire acondicionado para mantener la temperatura de casa más fresca. Es preferible utilizar ambos bajo nuestra supervisión.
Todos conocemos el carácter curioso de los gatos; puede darles por atacar el ventilador o el cable del mismo, y terminar haciéndose daño. Al encender el aire acondicionado, debemos tener cuidado de que la temperatura no baje excesivamente, ya que los contrastes también son perjudiciales.
  • Evitar las salidas al mediodía. Si tu gato tiene acceso al exterior es conveniente evitar las salidas en las horas de más calor. Además, deberá contar una zona de sombra donde poder descansar.
  • Evitar el ejercicio durante las horas de calor. Es preferible que tu gato reserve las horas de más actividad a la mañana o la noche, cuando la temperatura haya bajado. Podemos aprovechar por la noche y un rato por la mañana para jugar con él para evitar que durante el mediodía esté muy activo.
  • Cepilla a tu gato. Nosotros podemos ponernos o quitarnos ropa para aguantar las altas o las bajas temperaturas, pero nuestros gatos cuentan con su pelaje todo el año.
Durante la época de muda lo que hacen es adaptar ese pelaje a la época del año, algo en lo que podemos echarles una mano a través del cepillado.
Lo ideal es acostumbrar a nuestro gato al cepillado desde pequeño, para que no suponga una batalla campal. En el mercado hay cepillos que nos ayudan a eliminar el pelo muerto de nuestros felinos facilitándoles la muda y ayudándoles a soportar las altas temperaturas.
  • Utilizar una botella con agua congelada. Para proporcionar a nuestro gato una zona de descanso fresca, podemos llenar una botella de plástico hasta la mitad y colocarla en el congelador.
Una vez que el agua se haya congelado, envolvemos la botella con una toalla y la colocamos en el lateral de una de las camas de nuestro gato. De esta forma, ante un calor excesivo, se podrá refugiar en ese rinconcito.
  • Humedecer las zonas de refrigeración de nuestro minino. Como ya hemos comentado, nuestro gato solo cuenta con zonas concretas de su cuerpo para refrigerarse.
Para ayudarle a refrescarse, podemos pasar una toalla humedecida en esas zonas (axilas, almohadillas, barbilla, tripita).
Debemos tener cuidado al humedecer el pelaje de nuestro gato; no conviene que mantenga la humedad continuamente ya que puede afectarle a la piel, llegando incluso a generar hongos.

Estas son algunos consejos que podemos seguir para que nuestro gato disfrute del verano sin sufrir por las altas temperaturas pero, como bien sabéis, cada gato es un mundo y puede que, mientras que algunas de estas medidas le encanten, otras las odie.

Y tú ¿Tienes algún truco para hacer el verano más llevadero para tu gato?

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