domingo, 2 de abril de 2017

Tipos de Geckos y principales características

El gecko es un lagarto de pequeño tamaño normalmente de color verde, tiene unos grandes y llamativos ojos, y una larga y delgada cola. Su pintoresco y exótico aspecto suele contar además de divertidas manchas de colores que decoran todo su cuerpo.

Dependiendo de los diferentes tipos, un gecko tendrá unos colores y características determinadas. Algunos, pueden cambiar sus colores dependiendo de su estado de ánimo y de la temperatura del entorno. ¡Existen hasta 1.500 subespecies de geckos diferentes!

Se trata de reptiles nocturnos, por lo que tienen una vista muy desarrollada para que puedan atacar a sus presas y evitar a sus depredadores. Si se sienten amenazados pueden dejar que parte de su cola se desprenda para huir del peligro, aunque más adelante les volverá a crecer sin problemas.

Son unos animales muy ágiles que pueden escalar a gran velocidad en cualquier dirección por los árboles. Tienen unos finos pelos en las almohadillas de sus patas que les permiten un agarre y un control constante.

¿Sabías que los geckos pueden hacer sonidos? Son los únicos lagartos que poseen cuerdas vocales, y por ello pueden realizar diferentes sonidos. Utilizan diferentes tipos de gorjeos para poder comunicarse entre ellos. Así, pueden reclamar su territorio, buscar a sus compañeros y alertar de diferentes peligros.

Tipos de geckos para tener en casa


Dentro de la gran cantidad de subespecies de geckos que existen, se pueden destacar unas concretas que suelen ser más adecuadas para tener como mascota y que suelen ser más habituales y más fáciles de encontrar. Estas son las tres más populares:
  • Geckos leopardo
Esta subespecie de gecko es característica por su peculiar piel a manchas que recuerdan al pelaje de los leopardos. Son pequeños y muy ágiles, no requieren de espacios grandes y pueden sobrevivir solos durante días. Su cuidado es muy sencillo, y por eso son una de las subespecies más famosas. Provienen de Pakistán, Afganistán, y la India.
  • Phelsum
Se trata de una subespecie mucho más exigente que los geckos leopardo y requieren de mayores cuidados. Pueden crecer hasta los 30 cm y tienen una personalidad bastante fuerte y temperamental. ¡No les gusta que los cojan!
  • Geckos crestados
Esta variedad es mucho más fácil de cuidar y tienen una personalidad más suave. ¡Les encanta que los cojan! Son conocidos por la capacidad que tienen de saltar largas distancias y por cambiar el color de su piel, de marrón claro a rojo oscuro y naranja. Estos pintorescos animalitos no requieren de un gran espacio ni de lámparas solares caras y tienen un trato muy fácil. Pero ¡Cuidado con meter a dos machos juntos! Son muy territoriales.

Cuidados que necesitan los geckos


Estos pequeños animales necesitan vivir en un clima cálido. La temperatura perfecta para su hábitat se encuentra entre los 25 y 32 ºC. Las fuentes de calor con termostato te permitirán conseguir una regulación óptima del ambiente. A través de este enlace podrás comprobar otros dispositivos para mentener una buena calefacción en tu terrario. También es necesario que el terrario tenga una humedad entre el 40 y el 65%, excepto durante el cambio de piel, en la que se debe subir bastante más. En el mercado existen productos comos los humifidicadores que pueden ayudarte mucho para mantener tu terrario en perfectas condiciones. Si lo llenas además de ramas, plantas y rocas crearás un hábitat perfecto para tu gecko, por el que se podrá esconder para tener más intimidad.

Respecto a la alimentación, los geckos son insectívoros, por lo que tendrás que alimentarlo con mosquitos, grillos, cucarachas y gusanos. También puedes darles fruta fresca y miel. Recuerda que una dieta equilibrada le aportará los nutrientes y las energías necesarias para llevar una vida sana y duradera.

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