Esta entrada es la continuación sobre la Gestación Canina que publicamos anteriormente, puedes leerla haciendo clic aquí.
Cuidados durante el período de gestación
A lo largo de la gestación se ha de realizar un seguimiento adecuado mediante ecografías y/o radiografías para garantizar que, en todo momento, la perra y sus cachorros están bien, así como saber el número de cachorros que compondrán la camada. Esto último es extremadamente importante ya que cuando se produzca el parto debemos estar seguros de que nazcan todos los cachorros y ninguno se quede dentro, lo que podría provocar complicaciones.
Con respecto a la alimentación de la perra gestante, desde el inicio debe ser adaptada a su nuevo estado y se mantendrá durante todo el embarazo para que la perra pueda estar en óptimas condiciones para criar a sus cachorros y suplir el desgaste que supone para ella alimentarlos hasta su destete. Si bien normalmente se les suele suministrar piensos para cachorros, será nuestro veterinario quien nos dé las pautas a seguir en este aspecto, recomendándonos tanto la alimentación más adecuada como las proporciones en que debemos suministrarla, así como aconsejar algún suplemento específico en caso de considerarlo oportuno. Los piensos actuales suelen proporcionar los nutrientes adecuados para que una perra en buen estado de salud desarrolle su proceso de gestación sin necesidad de tener que complementarla con suplementos alimenticios. Es muy importante no aportar ningún suplemento multivitamínico o nutricional sin consultar antes con nuestro veterinario; tan nocivo es para la salud el déficit de calcio y/o vitaminas como su exceso.
Durante todo el proceso es necesario que le proporcionemos un entorno tranquilo, evitando las situaciones estresantes como por ejemplo visitas en casa. Debemos también mantener a nuestra perra en buenas condiciones físicas y facilitarle ejercicio regular, si bien deberemos dejar de lado durante toda esta etapa los ejercicios intensos y bruscos, sí debe realizar a diario ejercicio moderado para prevenir la obesidad y mantener su tono muscular.
La duración de gestación de un perro oscila entre los 58 y los 63 días, concretar una fecha con exactitud no es posible ya que existe una diferencia entre la fecha de apareamiento con respecto a la fecha real en la que la perra haya sido fecundada. En todo caso, nunca debería sobrepasar los 65 días, caso en que debemos informar inmediatamente a nuestro veterinario.
Riesgos e inconvenientes del embarazo
Un embarazo siempre debería ser programado, y el único motivo por el que podríamos plantearnos la gestación de nuestra perra es porque esté integrada en un programa de cría, es decir, cuando nuestra compañera ha sido, además, seleccionada como reproductora en aras de aportar o mantener determinadas características morfológicas raciales. Si este es el caso de tu perra, reunirá seguro una serie de características muy concretas como:
- Gozar de una excelente salud, verificada por diversas pruebas veterinarias que avalan que nuestra perra está en óptimas condiciones para desarrollar una gestación y parto, y que no es transmisora de enfermedades congénitas que afectarían a los cachorros y sus generaciones posteriores.
- Cuando su morfología es adecuada y deseable con respecto a lo establecido por el estándar de la raza a la que pertenece.
Seguramente estas cifras nos parecerán totalmente desorbitadas y que no se corresponden con la realidad, pero basta con dedicar un poco de tiempo a visitar los distintos centros de recogida de animales (refugios y perreras municipales) de nuestra zona para ver la gran cantidad de perros que pasarán el resto de su vida tras unas rejas, esperando una segunda oportunidad que, seguramente, nunca llegará y cuántos, cada año, serán sacrificados simplemente porque sobran, porque nadie los quiere, y esto se debe a una regla matemática muy sencilla: el número de perros abandonados es muy superior al número de personas responsables que desean incorporar un perro a la familia, todos los que sobran, que son muchísimos, hablamos de cientos de miles, terminarán pasando toda su vida en una jaula o sacrificados para dejar plazas libres a los nuevos que vayan llegando.
Además, existen diversas leyendas urbanas y mitos sin fundamento acerca de la gestación de las perras que generan que cada año nazcan cientos de miles de perros que no tendrán la oportunidad de envejecer y ser felices junto a sus familias iniciales.
- No es bueno que la perra críe al menos una vez en la vida.
- No es cierto que con el embarazo se pueden prevenir ciertos problemas de salud (tumores y cáncer asociado al aparato reproductor de la perra).
- No mejora el carácter de la perra ni la tranquiliza.
La gestación tampoco modificará el carácter y comportamiento de tu perra si presenta conductas inadecuadas, inmaduras, agresivas, etc… En todo caso, si tu perra no está equilibrada y bien socializada, un embarazo y parto no sólo no van a solucionar esos problemas, sino se se pueden potenciar esos malos comportamientos o generar la aparición de otros nuevos igual de inadecuados o peores. Si tu perra tiene problemas de comportamiento necesitarás un adiestrador o etólogo que te enseñe a entender cuál es el problema y así poder educarla correctamente, la solución no es una gestación ni un parto. Además, es muy importante tener en cuenta que si tu perra no presenta un carácter equilibrado y tiene cachorros, es muy probable que éstos desarrollen los mismos problemas de comportamiento.
Las perras no necesitan “novio”, necesitan tener una familia responsable que las cuide, proteja, respete, eduque, socialice, ejercite, que las considere una más en la familia. Hacerlas pasar por un embarazo es un riesgo totalmente innecesario. Las perras no disfrutan la maternidad en absoluto, es más, a los pocos meses tan siquiera reconocerán a sus cachorros como hijos suyos, los verán simplemente como otros perros más.
Para evitar posibles accidentes y embarazos fortuitos, como en el caso de perras que conviven con machos, perras que se escapan fácilmente o si hay posibilidad de que otros perros machos invadan la propiedad atraídos por el celo, puedes optar por la esterilización para evitar camadas indeseadas.
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