Comportamiento de los Gatos: cómo detectar problemas y resolverlos

A menudo la gente considera que los gatos son animales asociales, independientes y malhumorados. Sin embargo, esta opinión es un estereotipo, ya que existen muchos gatos cariñosos y sociables, que buscan la constante atención de sus dueños. Lo que está claro es que estos pequeños animales son unas criaturas emocionales con una actitud de lo más curiosa y, a veces, misteriosa. Cada gato es un mundo, y tiene diferentes actitudes en determinados momentos. Es comprensible que te cueste aprender a conocer las reacciones de tu gato, pero no te preocupes, con el tiempo conseguirás reconocer su comportamiento.

Para empezar a comprender un poco más a tu gato debes prestar atención a sus acciones. Si ves que tu gato maúlla suele significar que quiere que le prestes atención o que necesita algo de ti. Poco a poco acabarás diferenciando sus diferentes maullidos y sabrás al instante qué te está pidiendo.

Por otro lado, tienes que ser consciente de sus ronroneos. Aunque la gente piense que todos los gatos ronronean cuando están a gusto, esto no es así. Algunos no ronronean aunque estén contentos, y otros utilizan el ronroneo para mostrar que están en problemas y buscan ayuda.

Si percibes que tu gato bufa o sisea, ten cuidado. Los siseos significan que el gato está enfadado o tiene miedo. Bajo ningún concepto intentes levantarlo en estas situaciones, puede volverse realmente agresivo e intentar morderte y arañarte.

Existen otras formas de comprobar que tu gato está ofuscado. No siempre sisean o gruñen, por lo que debes de tener en cuenta su lenguaje corporal. Si ves que tu gato tiene las pupilas dilatadas, el pelo erizado, que mira constantemente hacia un punto concreto, que mueve su cola de un lado a otro en forma de “U” y echa sus orejas hacia atrás significa que tu gato está enfadado, o se encuentra amenazado ante algo.

Problemas de comportamiento en gatos

Es muy habitual que los gatos muestren determinados comportamientos desobedientes, y que se muestren malhumorados. De repente, un día comienza a arañar tus muebles, a orinar en lugares extraños, a mostrarse irascible, e incluso te empezará a bufar o a sisear. Esta actitud tiene un motivo y este suele ser que tu gato tiene estrés. Son unos animales muy sensibles y fácilmente pueden sentirse solos, aburridos o estresados.

Si el carácter de tu gato ha empeorado de repente no se debe a que lo cuides mal, así que no te preocupes. Probablemente se deba a un cambio que estéis viviendo en casa. ¿Has metido en casa a otro animal? ¿Ha empezado a vivir alguien más contigo? ¿Estás de obras o de mudanzas? Cambios de este tipo pueden generar estrés a los gatos y cambiar su actitud. También pueden provocarle problemas de salud derivados de esta situación de estrés como cistitis intersticial, asma, pérdida de pelo y otros problemas en la piel.

También puede que los motivos de su mal comportamiento sean otros, si no consigues encontrar la causa es recomendable que acudas al veterinario. Él podrá entender rápidamente por qué tu gato está pasando por esta mala racha y te ofrecerá una solución.

Cómo resolver el mal comportamiento de los gatos

Si la causa del estrés y el mal comportamiento de tu gato se debe a un exceso de ruidos y visitas en casa, es recomendable que busques una zona aislada y lo acomodes allí. Así conseguirás que tu gato no escuche los ruidos y pueda disfrutar de un espacio tranquilo y relajado donde descansar. También es recomendable que sitúes su caja de arena en un rincón apartado, donde no se sienta tenso ni intimidado. Esta solución también es aplicable a situaciones de traslados y obras. Solo que en este caso tu gato también querrá recuperar las marcas feromonales que impregnaban tu casa. Restregará su cuerpo por todos lados y arañará los objetos nuevos. Es posible que evites esto con rascadores y juguetes, pero no es algo seguro. También puedes ayudarte de productos que llevan en sus composición una copia de la feromona facial de los gatos y que ayudan a estabilizar el comportamiento de tu gato creando un estado de bienestar.

Si en cambio tu gato está desobediente y malhumorado desde que has metido otro animal en casa comprende que su comportamiento se debe a la competencia que surge entre ambos. Para evitar que haya tensiones entre ellos es recomendable que cada uno tenga su espacio, su propia caja de arena, su propio comedero… No debes forzar su relación, si ellos quieren ya comenzarán a comunicarse a su forma y a ganarse un respeto mutuo.

Recuerda que lo más importante a la hora de tratar con un gato enfadado es mostrarte calmado y mantener la calma, no debes aumentar más su estrés con tu actitud. Intenta que tu gato se sienta querido, cómodo y relajado. ¡Pronto tu gato volverá a comportarse como siempre!