Muchos perros pequeños y medianos tienen predisposición a sufrir ciertas enfermedades del corazón, mientras que los perros de razas grandes sufren otras.
El sexo también predispone a enfermedades de machos y de hembras, así como también hay otras enfermedades, como por ejemplo las de los riñones, que pueden derivar en hipertensión.
Como el corazón compensa los fallos de la misma manera, los síntomas siempre son iguales, así que si ves que tu perro tiene tos, náuseas, jadeo, dificultad para respirar, o que no puede dormir bien de noche, pierde peso, se le hincha el abdomen, se agota con el ejercicio o tu cachorro tiene retraso en el crecimiento, es muy posible que tenga problemas cardíacos.
En ese caso deberás consultar al veterinario para que haga los estudios necesarios y le dé los medicamentos que hagan falta.
El bóxer puede presentar tendencia a desarrollar ciertas enfermedades de consideración. Entre estas enfermedades se encuentran los problemas cardíacos, la displasia de cadera, la torsión gástrica y, con menos frecuencia, la epilepsia.
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